Economia

Del sueño de la caja única a las fusiones frustradas

MÁLAGA Actualizado: Guardar
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Todo comenzó con 40.000 pesos fuertes, al cambio actual 1.200 euros, procedentes de un testamento. Esa cantidad -una fortuna a finales del siglo XIX- dio origen a la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Cádiz. La entidad abrió sus puertas el 15 de agosto de 1884 y sobrevivió en solitario hasta que en 1991 se unió a las Cajas de Ronda, Almería, Málaga y Antequera para fundar Unicaja. Medel, encargado de presidir la nueva entidad, calificó de «trascendente» la firma y señaló entonces: «No se termina nada, sino que empieza algo».

De aquella declaración han transcurrido 20 años. Una etapa en la que la caja ha ido consolidándose en el mapa nacional. En 2009 vivió un nuevo hito al aprobar la incorporación de una sexta caja a su conjunto, la Caja de Jaén. Ese mismo año se truncó su matrimonio con la Caja Castilla La Mancha (CCM), tras conocer Medel de manos del Banco de España los datos reales de la entidad manchega, que arrojaban un escenario mucho peor del que se tenía referencia cuando se planteó la unión. Pero no ha sido la única operación que se ha quedado en papel mojado. En los últimos años tampoco ha cuajado su aspiración de crear una caja única andaluza. No pudo ser con Cajasur y tampoco salieron adelante sus contactos con Cajasol. Con la integración de la entidad sevillana en Banca Cívica se desvaneció la última oportunidad de engendrar la tan soñada gran caja de la región.