EL TIEMPO QUE NOS QUEDA
Actualizado:El Día de Andalucía 2011, que mañana lunes celebramos ¿será el penúltimo del PSOE en el poder? El barómetro que publicamos hoy marca una horquilla del 9,4% a favor del PP y muestra otros indicadores preocupantes para los socialistas y para la Junta, que han de tomar nota del correctivo que reflejan los sondeos de opinión.
Con todo, resulta curioso que ahora mismo, cuando la tasa de paro ronda el 30% y no se ve remontar la crisis, Javier Arenas sea el político mejor valorado pero no alcance ni el aprobado, sólo un 4,3, mientras que Griñán, representante de todos los ajustes, depositario de tres décadas de desgaste del poder, se queda a una décima, en el 4,2. Teófila Martínez, como líder del PP andaluz, obtuvo mejores notas en su momento que el actual aspirante. Pese a esta lectura, el PSOE no debe tranquilizarse, sino hacer caso a los niveles de deterioro de la notoriedad tanto de su líder andaluz como del nacional. Porque si algo resulta claro y palmario en este momento es que todo el mundo da por amortizado a José Luis Rodríguez Zapatero. La única duda es si presentará la dimisión antes de las municipales, para intentar mejorar las expectativas de los suyos, o lo hará después y arrostrará toda la culpa de los malos resultados para intentar, así, prestar un último servicio a la socialdemocracia española. En Madrid empieza el baile de candidatos y cada día sale algún nuevo aspirante al título, desde pesos moscas a pesos pesados. De ahí la posibilidad de que nacionales y andaluzas no coincidan si las generales perjudican las autonómicas para los resultados socialistas. Griñán ha sido siempre muy claro: él no las va a adelantar
Pero ¿se ha vuelto Andalucía de derechas? ¿pasará lo mismo que en alguna legislatura anterior, cuando las encuestas favorables al PP fueron desmentidas en las urnas? ¿o se han roto los votos estancos de siempre y se está produciendo un trasvase del PSOE a los populares? El barómetro anota algún dato significativo: la opinión se vuelve más crítica hacia Griñán a medida que avanza la legislatura, con un 17,1% de votantes socialistas que consideran muy mala su gestión.
La conclusión más rotunda, menos opinable, es la del alarmante deterioro de la imagen de los políticos en Andalucía. Ningún líder, ni nacional ni autonómico, consigue el aprobado ahora mismo y la mala gestión de nuestros dirigentes resulta ser la segunda preocupación de los ciudadanos, mayor incluso que la situación económica y sólo por detrás del paro.
Queda más de un año para los comicios y la evolución de los acontecimientos es impredecible, pero nada hace esperar que vaya a mejor. Lo que los votantes agradeceríamos es que la guerra partidaria, los insultos gratuitos, las acusaciones infundadas, desaparezcan de nuestro debate público, al tiempo que se aclaren las sospechas de irregularidades y se inicie una regeneración de la política como el noble arte que es. Nos queda tiempo, incluso más allá de marzo de 2012. Nunca es tarde, si la dicha es buena.