Desajustes en la historia y una intensa jornada el próximo día 5

La Batalla de Chiclana se libró el 5 de marzo de 1811, y fue uno de los capítulos más sangrientos de la Guerra de la Independencia española. Una división anglo-portuguesa derrotó a dos divisiones francesas, aunque este hecho tuvo un «efecto estratégico mínimo en el conjunto de la contienda» según dicen algunos historiadores.

El mariscal Víctor acabó con los hombres al mando de Sir Thomas Graham, lo que no impidió que el asedio francés continuara hasta mediados de agosto de 1812. Ayer en la localidad se cometieron algunos deslices históricos, pero en líneas generales se explicó muy gráficamente a la ciudadanía cómo se desarrolló la contienda.

En las próximas semanas la conmemoración acelera el paso. Así, está prevista una jornada de puertas abiertas en los monumentos de la ruta de la Batalla, una parada militar en la Plaza Mayor, o la presentación de un cómic sobre el acontecimiento histórico. El día 5 habrá también un homenaje a los caídos y una jura de bandera civil.