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Sudáfrica ha marcado la vida de Piqué. Allí ganó la Copa del Mundo con 'la Roja' y allí se enamoró de Shakira. En la fotografía, su madre, Montserrat, le felicita tras lograr el Mundial. :: IVAN SKRETAREV/AF
Sociedad

Piqué está de moda. Shakira lo ha encumbrado a la cima del éxito

ARANTZA FURUNDARENA
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Extrovertido, bromista... «Un auténtico cachondo». «La alegría del vestuario». Así definen a Gerard Piqué los que le conocen de cerca. Este mocetón de 1,93 y hechuras de gladiador, niño bien de Barcelona, gusta a rabiar y se gusta (no hay más que ver la insinuante pose que exhibe en su página de Facebook). Pero su conquista del corazón de Shakira lo ha encumbrado a la cima del éxito y la seducción. Ahora tiene a la mayor estrella pop global perdidamente enamorada, a la afición culé y del fútbol internacional admirada, al mundo de la moda rendido ante sus dotes de modelo, y a su familia... Bueno, los suyos, como fieles exponentes de la burguesía catalana son más prudentes. Se alegran sinceramente por Gerard, y al mismo tiempo, en petit comité, celebran que Shakira, diez años mayor que él, posea una cuenta bancaria cien veces superior a la suya. Lo cual descarta el «por el interés te quiero Piqué».

¿Pero quién es este chico que ahora de pronto se nos revela como absolutamente imprescindible en el fútbol, en la moda, en el corazón y en el Twitter? «Un tío divertidísimo, que siempre está de coña. Capaz de coger el micrófono que usan las azafatas en los aviones para animar a su equipo con chistes y chascarrillos», cuenta un periodista deportivo. «Hasta ha llegado a meter su propia música en la megafonía del avión». Un tío de solo 24 años (cumplidos el pasado 2 de febrero, el mismo día en que Shakira hizo 34) que ya es propietario de un tríplex espectacular en la calle Muntaner (en lo mejor del Ensanche barcelonés), una finca regia ahora asediada noche y día por los paparazzi y que hace poco se encontraba a la venta por cinco millones de euros. Un chaval con edad de estar recién licenciado y buscando desesperadamente trabajo y que sin embargo ya cobra una ficha anual en la plantilla del Barça cercana a los seis millones.

«Un enfermo de Twitter y Facebook, a los que permanece conectado todo el día», según revela un amigo (no necesariamente el de la camisa de cuadros). Y además, un hombre muy alegre, gran colega del también defensa del Barça Carles Puyol. «Piqué -cuenta un allegado- es el responsable de que Puyol haya cambiado radicalmente de vida. Antes llevaba una existencia monacal. Estaba obsesionado con su físico y se pasaba todo el día haciendo pilates, hasta que Gerard le descubrió que hay vida más allá del fútbol. Y que es muy divertida». Ahora Puyol sale con Malena Costa, jovencísima modelo y auténtico 'cañón' que antes fue novia del megaempresario Javier Hidalgo. Y Piqué (ya no lo oculta) está que bebe los vientos por Shakira, de la que se quedó prendado desde que la vio en persona en el mundial de Sudáfrica. «Fue un flechazo brutal», aseguran. «A él se le metió ella en la cabeza al primer contacto. Y no pudo quitársela del pensamiento en todo el Mundial».

Pasión africana

De poco sirvió que Shakira estuviera firmemente ligada al argentino Antonio de la Rúa, un novio formal de toda la vida que para remate es su mánager, ni que Piqué tuviera una relación estable desde hacía unos años con la barcelonesa Nuria Tomás, que ahora por cierto ni le habla. Fue tan fuerte la pasión africana del waka-waka, que el futbolista y la cantante dinamitaron sus respectivos currículos sentimentales en aras de una peripecia amorosa cuya clandestinidad los ha llevado a las situaciones más rocambolescas. Hasta esa foto que esta semana por fin nos los muestra de la mano, la pareja llevaba meses haciendo auténticos malabarismos para esquivar la ansiosa curiosidad de la prensa: vacaciones juntos, pero en aviones separados, citas en lugares remotos e impensables... Y muchas salidas y entradas de casa escondidos en la parte trasera de un coche e incluso en el maletero, algo para lo que habrán servido de ayuda las increíbles habilidades contorsionistas de la cantante. La afición culé todo lo da por bueno. «Los bendice», asegura un sociólogo catalán. «Pero al mismo tiempo, reza porque a nuestros Puyol y Piqué no nos los estropeen estas chicas».

Guardiola, el entrenador de ambos, no tiene una mirada tan relajada. «Ya mucho antes del huracán Shakira, venía utilizando con Piqué el método del palo y la zanahoria. Gerard es el terror de las nenas. Gusta a las de veinte y a las de 50 y Guardiola, conocedor de que el mayor defecto del defensa es su dispersión, temía que se desconcentrara. De hecho, es evidente que ahora mismo ha bajado un poco el ritmo», lamenta un curtido culé. Con respecto a su relación con Shakira, el consejo del míster fue desde un principio que Piqué lo hiciera público cuanto antes para que el waka-rumor no acabara por afectarle al propio jugador y de rebote a toda la plantilla.

¿Un mujeriego Piqué? «No exactamente -responde un conocido del jugador-, pero sí alguien con muchas oportunidades de serlo, porque con esos ojazos claros, ese físico imponente y esa sonrisa de anuncio, las tías literalmente se lo rifan». Hijo de una acomodada familia de la parte alta de Barcelona, su abuelo fue vicepresidente del Barça en la era Núñez, pese a llamarse Amador Bernabéu (la familia de Piqué es cien por cien culé y no ama precisamente el estadio madridista). Su padre es abogado y su madre, Montserrat, directora del Instituto Guttmann en Barcelona, centro médico que es todo un referente en la rehabilitación de pacientes con lesiones medulares (tetraplejias, paraplejias...).

El pequeño gran 'Piquenbauer', como le llamaban en sus comienzos, estudió en los salesianos de la Bonanova y aún conserva algunos buenos amigos del cole, entre ellos el de la famosa camisa de cuadros, presente junto con él, Shakira y otros colegas, en la ya histórica foto de Twitter que el futbolista colgó en la red para oficializar su relación con la colombiana. Un niño bien, un pijo, tanto en su forma de vivir como de vestir. Es lo que sería hoy básicamente Piqué si no fuera porque la rigurosa disciplina del fútbol forjó su carácter desde los diez años. Autentico 'made in Barça', su paso por el Manchester y el Zaragoza fueron meras anécdotas en un niño que solo llegó a despuntar de verdad cuando vistió la camiseta azulgrana, y que junto con Messi y Cesc Fabregas, al que le une una gran amistad, formó un triunvirato de jovencísimas promesas en el equipo infantil del Fútbol Club Barcelona.

Un bombón

Amante de la moda, de las marcas y del rollo 'fashion', puntito exhibicionista, sex-symbol oficial de su equipo, y «bien dotado», según la leyenda urbana que circula por Barcelona, Piqué posee cualidades suficientes para acabar convertido en un Beckham, que lo mismo te anuncia un perfume que unos calzoncillos de Armani. Pero sus amigos le defienden advirtiendo que «él tiene mucho más nivel intelectual que el británico». Su primer coqueteo con la moda ya ha llegado de la mano de la firma, barcelonesa como él, Mango. Gerard es la nueva imagen de la línea masculina He by Mango. El director creativo de la marca, Damián Sánchez, fue el que lanzó la idea y está que no se lo cree. La repercusión ha sido inmensa. Piqué arrasa tanto en la prensa convencional como en internet. «Pero a él no le hace falta Shakira», puntualiza un relaciones públicas catalán. «Ya en mayo pasado, en la cena de Pronovias, Piqué, que es amigo de Gabriela Palatchi, la hija del propietario de esa firma, llegó solo, sin su novia, y fue la atracción de la noche. Tiene un tirón impresionante y encima es simpático y supercariñoso. Un bombón».

Alegre y desenfadado, cuentan que Piqué posa como un profesional y que no han tenido que meterle ni una sisa ni sacar un dobladillo porque la talla L le sienta como un guante. En Mango no quieren desvelar cuánto han pagado por su fichaje, pero sí admiten que su caché de futbolista como modelo es comparable o superior al del actual 'crack' de las pasarelas, Jon Kortajarena. Y se supone que Jon no se despeina para una campaña de esa magnitud (un año de contrato que incluye fotos en catálogos, revistas,vallas y marquesinas de toda Europa, Turquía y países asiáticos como Singapur) por menos de medio millón de euros. Todavía le queda un buen trecho a Piqué para igualar la fortuna que atesora su mundialmente idolatrada novia, pero va por el buen camino... Entretanto, su familia (catalana al fin) se consuela en privado con un expresivo: «Por lo menos, sabemos que esta chica no está con él por la pasta».