Ciudadanos

Estalló a destiempo

Una carga se activó por causas que se desconocen antes de que los integrantes de la unidad pudieran alejarse

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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El fatídico ejercicio consistía en la destrucción de unas minas anticarro que ya habían sido desactivadas. No tenían detonador, aunque sí carga explosiva. Para poder destruirlas, los militares habían colocado junto a las minas una serie de cargas explosivas «mínimas» que debían ser activadas a distancia. Sin embargo, uno de estas cargas, por circunstancias que se desconocen por el momento, se activó antes de que los ocho militares (los cinco fallecidos y los tres heridos) pudieran alejarse lo suficiente. Los explosivos destrozaron los cuerpos.

En las proximidades del lugar había otros nueve o diez militares, integrantes de la unidad de desactivación, que resultaron indemnes.

Según han explicado las fuentes consultadas, durante la operación de desactivación de las minas, los efectivos deben llevar un buzo de gran protección mientras se ejecuta el proceso de retirarles el detonador. Sin embargo esa prenda no es necesaria una vez la mina ya está desactivada, porque se entiende que no hay riesgo de explosión.

Dado que el ejercicio que estaban realizando era de destrucción de explosivos, simplemente portaban el chaleco y el casco. Las fuentes han insistido en que se trataba de un «ejercicio habitual» de los que realiza la unidad y en el que se habían seguido «todos los protocolos para salvaguardar al máximo la seguridad».