Le Vert abortó la operación del Faisán por el caos de la Policía española
La juez francesa niega que recibiera presiones políticas o judiciales para frenar la redada y criticó las formas de los agentes españoles
BAYONA (FRANCIA).Actualizado:Seis horas de confidencias en el Palacio de Justicia de París a cuenta del chivatazo a ETA. Y una afirmación que Laurence Le Vert repitió varias veces durante su encuentro secreto del pasado lunes con el juez Pablo Ruz: ni ella ni los mandos antiterroristas recibieron presión alguna «política o judicial» desde España para abortar la operación que el 4 de mayo de 2006 tenía que haber decapitado el aparato de extorsión de la banda terrorista.
La juez antiterrorista se esmeró en explicar durante su «distendido» encuentro con el instructor de la Audiencia Nacional que las fuerzas de seguridad francesas decidieron no seguir el guión previsto por los desbarajustes y contradicciones de la Policía española, a la que la constatación de que hubo un chivatazo horas antes cogió a contrapié y obligó a cambiar sobre la marcha detalles del operativo sin avisar al otro lado de la frontera.
Fuentes españolas y francesas conocedoras de lo que se trató en el encuentro del pasado lunes han desvelado algunos detalles de esa reunión, en la que los dos jueces mostraron «mucha sintonía», nada que ver con los roces que tenían Le Vert y el anterior instructor del caso, Baltasar Garzón.
Le Vert, como ya hizo en la comisión rogatoria de 645 páginas remitidas en enero a la Audiencia Nacional, insistió en que el aplazamiento fue una «decisión autónoma» de las autoridades francesas. Y dio detalles: no se autorizaron las detenciones en un bar de la 'Petite Bayonne' del supuesto cabecilla de los recaudadores de ETA y dueño del bar Faisán, Joseba Elosúa, y de su contacto en la banda, José Antonio Cau, porque esos arrestos no estaban planeados ni tenían luz verde pues esa cita no debía tener lugar en Francia.
La juez, según estas fuentes, explicó a su colega que ella misma la noche anterior, el 3 de mayo de 2006, en una conversación con Fernando Grande-Marlaska y el magistrado de enlace Manuel García Castellón acordó que autorizaría la operación con la condición de que la reunión entre ambos se celebrara en España, y una vez que se comprobase que Elosúa había entregado a Cau un pago del impuesto revolucionario de nueve millones de pesetas. Todo cambió por el chivatazo, que provocó que Elosúa se trasladara a Francia para evitar la detención de Cau cuando volviera de España cargado con el dinero, detalló Le Vert.
La juez explicó que a partir de ahí se desató la improvisación de la parte española. La juez cargó las tintas contra el jefe de la investigación española, Carlos Germán, quien llegó a presionar al jefe de la Policía Judicial de Burdeos, Christian Pommes, para que llevara a cabo unas detenciones para las que no tenía autorización de París. Le Vert también criticó a Germán por enviarle solo horas antes de las detenciones el informe de meses de investigaciones y sin traducir.
Los periódicos
Pero Germán no fue el único malparado. La juez también criticó el trabajo de otros mandos españoles en Francia del equipo conjunto de investigación, su falta de comunicación y sus quejas cuando los agentes galos no interceptaron a Cau para registrar los periódicos en los que escondía el dinero que acababa de recibir de Elosúa.
Pero Le Vert prometió colaboración con la Audiencia Nacional para aclarar el caso. Se ofreció a reunirse con Ruz tantas veces como el juez quiera, y se ofreció a remitir información adicional sobre el tráfico de llamadas en Francia si es necesario.
Dio además amplias explicaciones para justificar el retraso en enviar la comisión rogatoria, que Garzón había cursado en febrero de 2010 y que no llegó hasta 11 meses después, después de que primero Santiago Pedraz (como sustituto de Garzón) y luego Ruz se la reclamaran. La causa, según Le Vert, fue la falta de funcionarios y de medios técnicos la que retrasó casi un año el envío de ese documento.
Los nueve folios secretos de la comisión rogatoria, que al parecer versan sobre los contactos del Gobierno y ETA en la tregua de 2006 reflejados en las actas incautadas en Francia al jefe de ETA Javier López Peña, 'Thierry', también estuvieron sobre la mesa, aunque no ocuparon gran parte del encuentro, según la versión de las fuentes consultadas, que no obstante reconocieron que salieron a la palestra «varios nombres» que Ruz investiga desde hace dos semanas.