Economia

Los concesionarios ofrecen una tregua a los fabricantes

Faconauto, dispuesta a 'olvidarse' de la Ley de Economía Sostenible mientras se negocia una nueva normativa

MADRID. Actualizado: Guardar
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El Ministro de Industria, Miguel Sebastián, logró calmar los ánimos en el sector de la automoción, justo cuando las multinacionales amenazaban con llevarse a otros países las inversiones comprometidas para España por su guerra con los concesionarios. Unos y otros se han reunido con el ministro en sendos encuentros que, en principio, habrían sido fructíferos.

Los vendedores han ofrecido un «pacto de caballeros y de no agresión» a las marcas para no aplicar las ventajosas condiciones que les otorga la Ley de Economía Sostenible (LES). Los fabricantes, por su parte, guardan un escrupuloso silencio mientras tratan de limar asperezas con algunos partidos políticos que -según ellos- les traicionaron.

Los concesionarios se han comprometido -a petición de Sebastián- a resolver el enfrentamiento a través de una nueva regulación del contrato de agencia. Un anteproyecto sobre el que Industria trabaja desde hace tiempo, y que debiera estar completado antes de tres meses.

Hasta que esa norma salga de las Cortes (previsiblemente antes del verano, pues se tramitará por la vía de urgencia), los vendedores no devolverán los automóviles a las marcas pasados 60 días de su entrega, tal y como les permite la LES.

Las comunidades autónomas con plantas de automoción (Galicia, Navarra, Aragón, Castilla y León, País Vasco, Comunidad Valenciana, Cataluña y Madrid) se han conjurado para evitar sorpresas y que todos los grupos políticos vayan de la mano. La enmienda sobre los concesionarios de la LES fue aprobada por toda la oposición y solo obtuvo el voto en contra del PSOE. Los intereses son muchos y las posiciones incómodas pues, por ejemplo, PP o CiU tienen responsabilidades de Gobierno en varias de esas comunidades.

La patronal de los concesionarios, Faconauto, se reunirá la semana próxima para concretar sus aportaciones a la nueva normativa. Quieren, eso sí, que cuando se extingan los contratos los fabricantes les indemnicen por las inversiones no amortizadas y también por el fondo de comercio generado (la clientela que se lleve 'gratis' el siguiente concesionario). En definitiva, jugar en un plano de igualdad.