La locura de Gadafi
Actualizado: GuardarSiempre imprevisible, caprichoso y trivial, el 'hermano líder' de la revolución libia no defraudó ayer en su esperado mensaje televisado. Se presentó como un héroe nacional en combate con medio mundo, atribuyó la revuelta a la juventud descarriada y el islamismo artero y, en fin, llamó a sus partidarios a matar a sus adversarios, ratas, mercenarios y terroristas. Y se dijo dispuesto a luchar hasta la última gota de su sangre y a morir «como un mártir». El pronóstico es muy negativo a estas horas y podría degenerar en una guerra civil entre Gadafi y sus pretorianos y mercenarios, bien pagados y armados y el pueblo que, sobre todo en el este, podría contar con los restos del Ejército oficial que han desertado. Sea como fuere, la matanza no parezca cerca de terminar y el discurso ha sido una invitación a proseguirla. Si continúa el martirio de los civiles inermes, no sería ni exagerado ni insólito que eso que llamamos la 'comunidad internacional' tomara cartas en el asunto con el estandarte de la ONU en la mano.