
Tómale el pulso a tu salud
Los avances tecnológicos han abierto un gran abanico de posibilidades diagnósticas
NAVARRA Actualizado: GuardarLa propia Organización Mundial de la Salud (OMS) define salud como «un estado completo de bienestar físico, mental y social y no simplemente la ausencia de enfermedad». Para conseguir tal grado de bienestar es fundamental someterse a exámenes preventivos de salud integrales y personalizados de forma periódica. Con tal motivo, los chequeos practicados en centros hospitalarios que cuentan con todas las especialidades médicas crecen en demanda. Muchos de los hospitales más prestigiosos del mundo incluyen en su cartera de servicios los denominados Executive Health Program, cuyo objetivo se centra en mantener un estado de bienestar personal que por ende redunde en el bienestar del entorno más próximo, familiar y profesional.
Finalidad de un chequeo
La Unidad de Chequeos de la Clínica Universidad de Navarra es uno de los servicios hospitalarios españoles con más experiencia en estos exámenes integrales y personalizados al haber superado los 30.000 chequeos durante la última década. La finalidad de estas evaluaciones se basa en la detección precoz, la evaluación de los factores de riesgo,la prevención, el tratamiento y la obtención de unos niveles de vida satisfactorios. En definitiva, un chequeo consiste en un examen integral e individualizado del estado de salud que incluye aspectos físicos, psíquicos y sociales.
Una evaluación de salud de este tipo incluye una consulta médica, determinadas exploraciones complementarias, como análisis, electrocardiograma y radiografías, además de otras pruebas indicadas específicamente para cada paciente de forma personalizada según sea su edad, sexo, profesión, antecedentes familiares y síntomas que pueda presentar.
En esta línea y de forma general, antes de los 30 años de edad es recomendable para todas las personas someterse a una determinación de la tensión arterial, glucosa y niveles de lípidos. Más adelante, y dependiendo de cada paciente, entre los 30 y los 40 años es conveniente realizarse un examen médico general cada tres años. Entre los 40 y los 50 años, la frecuencia debería establecerse en una revisión de salud cada dos años. Pasada esta edad, una de forma anual.
Batería de pruebas personalizada
En concreto, un chequeo comenzaría con la visita con el médico especialista en Medicina Interna quien evaluará los síntomas, riesgos, hábitos, antecedentes sanitarios personales y familiares, como principales cuestiones. Recogida toda esta información y, sustentado en protocolos previamente establecidos, se programarán las exploraciones ya citadas además de las específicas para cada caso particular. Entre ellas figura un TAC de cuerpo entero, muy útil para identificar enfermedades o trastornos antes de que presenten síntomas. Esta prueba se utiliza para reconocer, fundamentalmente, los pulmones, el corazón, el abdomen y la región de la pelvis.
Otro procedimiento que puede emplearse en el chequeo según las características del paciente es la colonoscopia, indicada para aquellos individuos que presenten trastornos del ritmo intestinal o como método de detección precoz del cáncer de colon. La determinación del PSA se emplea para la detección del cáncer de próstata, en varones mayores de 50 años.
Otra prueba frecuente es la mamografía en mujeres mayores de 40 años. El ecocardiograma y el ecocardiograma de estrés se emplean para examinar el funcionamiento dinámico del corazón. La espirometría, recomendada en pacientes fumadores, permite valorar la capacidad ventilatoria y la posible repercusión del hábito tabáquico en la función respiratoria.
Al finalizar toda la evaluación, un médico internista debe explicar los resultados obtenidos y entregará un informe médico detallado en el que se incluye la medicación indicada, en caso de que sea necesaria, además de recomendaciones sobre hábitos de vida. Además de las ventajas ya mencionadas de un chequeo, cabe subrayar el rigor científico del estudio médico y la obtención de todos los resultados conjuntos en un plazo mínimo de tiempo.
Diagnósticos tempranos
El principal beneficio que aportan estos exámenes médicos reside en que permiten diagnosticar enfermedades en fases iniciales, cuando todavía no han manifestado síntomas, como es el caso de algunas patologías cardiovasculares, degenerativas o tumorales. Por este motivo, en el abanico de personas para las que estaría indicado un chequeo se incluyen desde aquellas que no presentan síntomas, hasta las que manifiestan determinadas molestias o enfermedades ya diagnosticadas anteriormente.
Así, un chequeo médico es un modo muy útil de diagnosticar un cáncer de forma precoz, ya que en él se aplican técnicas que detectan tumores en estadios muy iniciales, cuando son tratables y curables, como es el caso del cáncer de mama, de pulmón, próstata o colon, por citar los más prevalentes.
Además, este examen médico preventivo permite evaluar factores de riesgo implicados en el desarrollo de otras enfermedades. En concreto, hay patologías que se gestan a lo largo de la vida y que cuando manifiestan síntomas ya se encuentran en una situación irreversible. Un ejemplo lo constituyen la enfermedad cardiovascular o la arteriosclerosis, que sumadas son causa de muerte en más de la mitad de los fallecimientos de la población occidental.
Tumores en fases iniciales
Entre los diagnósticos más importantes obtenidos de un chequeo figura, como se cita anteriormente, la detección de cáncer, hecho que ocurre en un 2,7% de los casos, según los resultados de un estudio efectuado por la Unidad de Chequeos de la Clínica Universidad de Navarra. Se trata de tumores malignos que en el momento del examen médico no provocaban síntoma alguno.
En este sentido, otra de las ventajas que suponen estas evaluaciones de salud es que todos los casos de cáncer detectados han sido diagnosticados de forma precoz, en fases iniciales, lo que permite abordar la enfermedad con elevadas posibilidades de supervivencia. Además, todos los pacientes en los que se ha producido un diagnóstico de cáncer superaban los 40 años de edad.