Débiles en la parte de atrás

A la zaga del Xerez le va la marcha. Ser portero azulino en los últimos meses es sinónimo de tener que doblar la espalda demasiado. La fragilidad defensiva de todas las líneas del conjunto dirigido por Javi López no ha impedido que el club siga viendo más cerca el ascenso que el descenso, aunque no oculta que el Deportivo esté sumando sus peores números en defensa registrados en la última década.

Con los seis tantos recibidos en los dos últimos encuentros, el Xerez lleva ya encajados un total de 35 tantos en contra, lo que hace promediar 1,4 goles recibidos por partidos. La peor cifra del equipo en Segunda División de esta última década, con permiso de la temporada 2007/08, donde se logró la permanencia en el último suspiro y a estas alturas ya se habían encajado 40 goles, cinco más que en la actualidad. Una cifra esta que llama la atención, ya que el Xerez ha logrado dejar su portería a cero hasta en nueve ocasiones. De hecho, Lledó estuvo a punto de igualar el registro de Chema de la campaña del ascenso (2008/09), llevándose cuatro partidos sin encajar un solo gol ante el Numancia, Córdoba, Tenerife y Nástic. Precisamente, esa racha está dándole la espalda al equipo en la segunda vuelta, ya que tanto los sorianos como los de Lucas Alcaraz han goleado a los xerecistas.

Por tanto, son llamativos unos números que no tienen mucho que ver con la historia reciente de un Xerez que se había caracterizado por su seguridad en la línea de atrás. Sin contar el año pasado en Primera División, donde el equipo había recibido 46 goles en las primeras 25 jornadas, solo en una ocasión el Xerez había sufrido más que ahora el ataque rival. En la 2006/04, con Pepe Murcia aún en el banquillo, el equipo solo había recibido 22 goles, cuatro menos que la campaña anterior con Lucas Alcaraz (26). Paco Chaparro logró los mejores números en la campaña 2004/05 (20 goles), superando al estreno como azulino de Bernd Schuster en la 2001/02 (21 goles). Solo Carlos Orúe (2003/04), con 32 goles en contra, se acerca a los actuales números de un Xerez demasiado frágil a la hora de defender.