Adiós a la cara amable de la comedia
Desde sus inicios con el maestro Guerrero, la artista supo combinar su arte en géneros que van del musical a la comedia y el drama Florinda Chico fallece a los 84 años tras seis décadas haciendo disfrutar al espectador
MADRID.Actualizado:Florinda Chico falleció ayer en Madrid a los 84 años. Con ella se va un estilo de hacer comedia, espectáculo que llevó a la categoría de sublime al dar vida a decenas de estereotipados personajes de la vida española de los años 60 y 70. Una complicación cardiaca consecuencia de una neumonía acabó con la eterna asistenta que se colaba en los hogares que gozaban de las primeras televisiones en blanco y negro con 'La casa de los Martínez'. Chico compartió papeles junto a otras grandes figuras de la escena española.
Nació un 24 de abril de 1926 en Don Benito (Badajoz). Lejos de pensar en la escena, con 21 años, los estudios básicos y una maleta Florinda Chico decidió viajar a Madrid para buscarse la vida. Y lo hizo como vendedora en una tienda de ropa o como oficinista en la ONCE. Sin embargo, en la capital, se topó con uno de los maestros de maestros, Jacinto Guerrero, que rápidamente descubrió el toque que la Chico tenía para escena. El compositor la subió a las tablas con 'La blanca doble'. Su voz, su presencia, su estatura considerable para la época y su desparpajo para enfrentarse al respetable hizo que otra de las grandes, Celia Gámez, la fichara para su compañía de revistas, en la que llegó a ser primera actriz.
Pero también supo adaptarse rápidamente en la comedia de la mano de María Fernanda Ladrón de Guevara y en la compañía de Mari Carrillo. Entre la década de los 50 y los 60 su nombre figuraba en las principales carteleras con títulos como 'La estrella trae cola' o 'Las cuatro copas', con artistas como Zori, Santos, Codeso o Ángel de Andrés.
Por aquellos años, su voz le llevó también a formar del cuadro de actores de Radio Madrid, donde se prestó a interpretar decenas de personajes, pero ya su nombre era garantía de éxito en todo lo que tomaba parte. Así, en 1953 le llegó el primer papel en la gran pantalla con 'Intriga en el escenario', al que siguieron 'Pasaporte para un ángel', 'Los maridos no cenan en casa' y 'Una señora estupenda'.
Los directores se rifaban a Florinda Chico. Trabajó con Mario Camús, Sinesio Isla, Pedro Lazaga, Mariano Ozores o Carlos Saura. Siempre lamentó no haberlo hecho Luis García Berlanga. La comedia, una vez más, fue su género, aunque tampoco le hizo feos al drama.
En su centenar de películas están, entre otras, 'Las que tienen que servir' (1967), junto a una jovencísima Concha Velasco; 'Las secretarias' (1968), 'Vamos a por la parejita' (1969), 'Abuelo made in Spain' (1969), con el inolvidable Paco Martínez Soria; 'Cateto a babor', en el papel de la madre de la novia de marinero Alfredo Landa; 'El padre de la criatura' (1972), 'Dos chicas de revista' (1972), 'El calzonazos' (1974), otra vez con Martínez Soria; 'Los caballeros del botón de ancla', junto a la genial Rafaela Aparicio; 'Un día con Sergio', compartiendo reparto con Lina Morgan, o 'Yo soy fulana de tal' (1975).
Con la llegada de la democracia, el destape a la española y las películas de humor participó en películas como 'El alegre divorciado' (1976) con Martínez Soria, 'Los bingueros' (1979), con la pareja humorística de moda: Esteso y Pajares; 'El soplagaitas' (1980) y 'Yo hice a Roque III' (1980). También destacan los papeles dramáticos y de la novela negra en su historial profesional, con títulos del panorama nacional como fue 'Cría cuervos' (1975) de Saura, 'La casa de Bernarda Alba' (1987) de Camus o 'Jarrapellejos' (1988) de Antonio Jiménez Rico. Su último filme fue 'No somos nadie' dirigida por Jordi Moyá en 2002.
En buena parte, Florinda Chico se granjeó el cariño del gran público por sus innumerables apariciones en la pequeña pantalla. Con mandil y cofia, llegaba junto a Rafaela Aparicio a las sobremesas con la única televisión que había en ya citada 'La casa de los Martínez' (1967). Después siguieron las no menos célebres series 'La tía de Ambrosio' (1971) y 'Este señor de negro' (1975) con el desaparecido José Luis López Vázquez, bajo la batuta de Antonio Mercero. Tras un parón regresó con 'Taller mecánico' (1991), 'Makinavaja' (1995) y 'La casa de los líos' (1996).
Se despidió como una reina
Su adiós en los escenarios en 2004 lo hizo en la obra 'Que me quiten lo bailao', interpretando a una peculiar reina Isabel II.
Entre el abultado capítulo de reconocimientos está la Medalla de Oro al Mérito del Trabajo, concedida en 1997, junto al premio Ercilla y un TP por toda su carrera. En 1985 sus paisanos la homenajearon dándole el título de Hija Adoptiva de Don Benito.
Casada en dos ocasiones, la última con Santos Pumar, era madre de dos hijas de su primer marido. Su capilla ardiente quedó instalada ayer en el tanatorio madrileño de la M-30 y su cuerpo será conducido hoy al cementerio de La Almudena.