La Policía argelina vuelve a ahogar el grito de la calle a favor del cambio
El régimen desplegó a más de 40.000 agentes para frenar una protesta en la que un opositor al régimen resultó herido grave
RABAT.Actualizado:Los argelinos volvieron a toparse ayer con un muro policial infranqueable. Alrededor de un millar de manifestantes consiguieron superar la barrera del miedo para salir a la calle a exigir reformas democráticas y el fin del régimen de Abdelaziz Buteflika, estancado en el poder desde 1999. Allí se toparon, sin embargo, con decenas de miles de agentes antidisturbios, que los dispersaron a golpe de porrazo.
«¡Poder asesino!», «¡Buteflika, vete!» o «¡El pueblo quiere que caiga el régimen!», el mismo eslogan que han coreado los egipcios en la plaza Tahrir, podía escucharse ayer en las inmediaciones de la plaza Primero de Mayo en Argel, que fue sellada por un fortísimo cordón policial que obligó a los manifestantes a agruparse en las calles adyacentes.
En Argelia, que vive desde el año 1992 bajo el estado de emergencia, las manifestaciones están prohibidas, y ayer no fue una excepción. El anuncio esta semana de que el Gobierno tenía previsto levantar el estado de emergencia tampoco ha calmado a los ciudadanos que ayer salieron a la calle para reclamar libertad.
Un diputado del grupo opositor Reagrupación por la Cultura y la Democracia (RCD), Tahar Besbes, fue herido de gravedad a manos de las fuerzas policiales en la represión de la manifestación. El portavoz del RCD, Mohcen Belabés, dijo a Efe que Besbes recibió un fuerte porrazo en el vientre, tras lo que quedó inconsciente y fue ingresado en un hospital en estado comatoso. Otra decena de personas habrían resultado heridas por los antidisturbios, según AFP.
Accesos bloqueados
Los manifestantes respondían ayer a una nueva llamada de la Coordinadora Nacional por el Cambio y la Democracia (CNCD), una plataforma que agrupa a varios partidos políticos de la oposición, sindicatos y organizaciones de la sociedad civil. El grupo convocó el pasado sábado 12 de febrero otra multitudinaria manifestación que tuvo la misma respuesta represiva que ayer.
Según la Liga Argelina de Defensa de los Derechos Humanos (LADDH), en las inmediaciones de la plaza Primero de Mayo podría haber unos 40.000 agentes desplegados. Asimismo, las fuerzas de seguridad habrían bloqueado las entradas y salidas de la ciudad y, de acuerdo con este grupo, el servicio de trenes de cercanías fue suspendido ayer en la capital. Entre los manifestantes de ayer se encontraba Ali Yahia Abdenur, de 91 años, el dirigente más respetado de la LADDH, quien aseguró a Efe que «seguiremos con nuestras protestas hasta que este estado de sitio se levante y los jóvenes desciendan a la calle».
Grupos de «gamberros» se enfrentaron, además, a los manifestantes, según el diario argelino 'El Watan', en un intento del régimen por dividir a los manifestantes.