«No tengo 60.000 euros como el alcalde pero lucharé por la verdad»
Clemente asegura en la cárcel a LA VOZ que la imagen de descontrol en la caja es una trama para ocultar los documentos que prueban su inocencia
EL PUERTO. Actualizado: GuardarSe corta la comunicación sin previo aviso. Clemente Ruiz resopla ante la impotencia por no poder acabar la frase y se levanta. Entre gritos y señales intenta finalizar su explicación. No hay tiempo. En la cárcel le corroe como el veneno la frustración de no poder defenderse, de que fuera no hagan más que inculparle sin tener la posibilidad de responder. Al menos, en esta ocasión, el principal imputado por el desfalco en la caja municipal de San Fernando ha tenido la oportunidad de ofrecer su versión a LA VOZ, para intentar reactivar un proceso que lleva estancado durante meses. «Desgraciadamente no abro un cajón y tengo 60.000 euros como el alcalde para defenderme. Y digo yo, si eso lo hace sin impunidad, ¿qué no habrá hecho a la espalda?».
Se aprieta el auricular con fuerza para oír bien y que se le oiga. En la cara se le queda la señal del teléfono, igual que todo lo que ha pasado. «Cuando surge todo yo ya les digo a los responsables de Hacienda que falta 7,8 millones y me responden que me preocupe de los 468.000 euros ya que 7,5 millones están justificados con duplicados de facturas de Fiesta. Lo que pasa que no me callo y lo denuncié ante la jueza. Pero, yo entiendo que es más fácil acusar a una persona de robar 400.000 euros que hacerlo de 7,8 millones de euros de una tacada, porque no se lo cree nadie».
Defiende esta postura acogiéndose a las declaraciones del interventor y de la tesorera. «El primero dice que el 25 de enero de 2005 ya se dio cuenta de que faltaban 1,8 millones y la segunda de que en junio de 2006 la cantidad era de tres millones. ¿Por qué entonces en la denuncia solo me acusan de 468.000 euros? Porque es una denuncia falsa».
Incluso llega a desmantelar la falta de control expuesta por la Cámara de Cuentas. «Lo que faltan son documentos porque existen arqueos extraordinarios anuales, arqueos ordinarios y todos firmados por el interventor, la tesorera y el alcalde. Ellos tres firman esos documentos que ahora no están y faltan amparándose en el descontrol. No aparecen por ningún lado porque recogía las cantidades y las firmas de los responsables. Incluso hay un gran libro con un diario de los arqueos y la evolución de la caja. ¿Dónde está?».
Lo que sí certifica Clemente es la forma en la que desaparecía el dinero, ahí coincide con el Ayuntamiento aunque «los cheques no los pedía yo. A mi me los daban firmado de nuevo por los tres y yo y también otros compañeros íbamos a cobrarlos al banco. El importe era por 20.000 euros que volaban sin saberse por qué y cuando lo notificaba me decían que ya pedirían otro para tener liquidez porque hacía falta para operaciones y estaban en avales. ¿Qué autoridad tengo yo para pedir dinero a Servicios Sociales?, yo no llevo la contabilidad de esa área. Si mis compañeros no hablan es porque los metieron en un cuarto aparte y les dijeron que tengan cuidado o correrán mi misma suerte».
También desmonta la falsificación de las hojas de caja. «Que demuestran que las hacía yo porque me negué a firmar ni una. Qué casualidad que aparecen siete meses después de la denuncia y me meten en la cárcel».