El cine iraní arrasa en la Berlinale
'Nader y Simin, una separación', de Asghar Farhadi, se lleva el Oso de Oro y sendos Osos de Plata a las mejores interpretaciones
BERLÍNActualizado:Por primera vez en la larga, conflictiva y mundana historia de la Berlinale, el jurado del festival ha decidido premiar a una cinta irani con la maxima distinción, el Oso de Oro, y al mismo tiempo, ha otorgado sendos Osos de Plata a las mejores interpretaciones al conjunto de sus actores y actrices. Este inédito honor ha recaído en la cinta 'Nader y Simin, una separación', del director Asghar Farhadi, un fresco irreprochable de la sociedad iraní actual, donde valores tan pasados de moda en Occidente como la verdad y la mentira aún son respetados y evitados. La cinta había sido recibida el martes pasado con una ovación y se presentaba en la jornada final como la más firme candidata al galardón del mejor filme.
Pero nadie se imaginó entonces que el jurado también concedería otros dos Osos de Plata para premiar a los actores de la cinta. La decisión del jurado no ha sido gratuita y encierra un importante mensaje de solidaridad política con un artista que está cumpliendo una pena de cárcel en Irán, el director Jafar Panahi, que había sido invitado a formar parte del jurado del festival de Berlin. "Creo que es una buena oportunidad para pensar en la gente de mi país", ha dicho el director premiado. "Y también para pensar en Panahi. Espero que su situación se solucione pronto y deseo que el año que viene pueda estar aquí", ha añadido.
Aplausos del público que ha asistido a la ceremonia de gala y consentimiento silencioso de una legión de periodistas que no han dudado en aclamar la cinta de Farhadi como la mejor de la competición oficial, aunque no han faltado los especialistas en poner en duda la decisión de premiar al elenco de actores masculino y femenino con sendos Osos de Plata.
Claro. Kevin Spacey o Jeromy Irons no necesitan premios para seguir triunfando en el cine. Los dos actores ofrecieron en la cinta 'Margin Call', un retrato de los tiburones financieros, una nueva demostración de lo que son capaces de hacer cuando están frente a una cámara.
Galardones discutibles
El jurado también ha cometido un error al premiar a Ulrich Köhler como el mejor director del festival por 'Schlafkranheit' (La enfermedad del sueño), un filme que relata el drama de un médico alemán que duda en regresar a su país para no perder a la mujer que ama, o quedarse definitivamente en Africa donde trabaja en un programa para combatir el paludismo.
El importante premio, Alfred Bauer, en memoria del fundador del festival al filme, lo ha obtenido la cinta 'Wer wenn nicht wir', del realizador alemán Andres Veiel, centrado en las raíces del grupo terrorista alemán Fracción del Ejército Rojo. Ambas distinciones huelen a algo más que premiar la originalidad de una cinta o el mejor trabajo de dirección. Las dos películas son alemanas.
La película 'El Premio', dirigida por Paula Markovitch, una directora argentina que vive en Mexico, ha recibido el premio a la mejor aportación artística, una distinción que admite todo tipo de discusiones. Los premiados han sido el camarógrafo y la jefa de producción de la cinta, que relata un episodio autobiográfico de la directora en la época de la dictadura militar argentina.
La nota desagradable de la noche la ha puesto en director húngaro Béla Tarr que ha recibido el Gran Premio del Jurado por su película 'A Torino Lo', una cinta casi sin diálogo de dos horas de duración y donde el director tiene éxito en aburrir a medio mundo.
La película ocupaba el segundo lugar de las favoritas para obtener el Oso de Oro, una constelación que pudo haber alimentado las esperanzas del director. Cuando la animadora de la ceremonia de gala anuncio el premio, Tarr se levantó de su asiento, se dirigió al escenario, cogió el Oso de Plata y regresó a su lugar, sin pronunciar el breve y obligado discurso de agradecimiento.