El Parisienne fue una de las series que Renault fabricó entre 1963 y 1968 pensando en una clientela mayoritariamente urbana y femenina.
Sociedad

Medio siglo en la carretera

El 4L, el tercer coche más vendido de la historia tras el Escarabajo y el Ford T, celebra este año su 50 aniversario

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Cuando un coche alcanza una cifra de ventas que supera los 8 millones deja de ser un simple artilugio mecánico y se convierte en fenómeno sociológico. Es lo que ocurrió con el 'cuatro latas', el tercer modelo más fabricado de la historia del automovilismo tras los legendarios Volkswagen Escarabajo (21 millones) y Ford T (15 millones). El Renault 4 surgió como alternativa del Citröen 2 CV, un modelo que había conquistado a una sociedad francesa que a finales de los 50 empezaba a sacudirse el polvo de la posguerra. Fue un coche revolucionario, equipado con refrigeración líquida y tracción delantera, soluciones inéditas hasta entonces en los modelos de la marca francesa. Su éxito inmediato tuvo mucho que ver con su sencillez: era un coche que se podía poner en el mercado a precios competitivos y que además era barato de mantener.

Las primeras unidades empezaron a fabricarse en 1961 y la demanda desbordó todas las previsiones: en seis años salía de la cadena de montaje el coche un millón. El éxito del 4L fuera de las fronteras de Francia -seis de cada diez unidades se vendían en el exterior- sentó las bases del despliegue internacional de Renault, que puso en marcha centros de fabricación o ensamblaje del coche en 27 países. En cada uno de ellos fue bautizado de forma distinta: en Argentina se le conocía como 'Correcaminos', en Yugoslavia era un 'Katera', en Italia le llamaban 'Rana'... La versión furgoneta, conocida como 4F, encabezó durante años las listas de los vehículos industriales más vendidos.

Con el tiempo, Renault comenzó a sacar versiones para mantener los niveles de ventas: la 'Parisienne', enfocada al mundo urbano femenino; el 'Safari', para los conductores con vocación aventurera; o el 'Jogging', con una clara intencionalidad de seducir a los más deportistas. El 'cuatro latas' adquirió rango de símbolo global: era el coche oficial de los gendarmes pero también de los taxistas de Madagascar, servía para pasear a las estrellas del deporte o del cine en su versión descapotable y protagonizaba gestas de resistencia en recorridos maratonianos de Sidney a París, de Alaska a Tierra del Fuego o a través de todo el continente africano.

Hasta 1992

Renault ha preparado un completo programa para conmemorar el cumpleaños de su criatura más popular. Además de organizar una exposición itinerante que recorrerá Europa mostrando diferentes variantes del modelo, apadrinará el Encuentro Internacional 4L, un evento abierto a todos los dueños de un 'cuatro latas' que se celebrará en julio en Thenay (Loir-et-Cher).