EE UU llama a la «contención»
NUEVA YORK.Actualizado:La secretaria de Estado Hillary Clinton cogió ayer el teléfono para llamar al monarca de Bahrein como hiciera tres semanas atrás al dictador egipcio. Bahréin es «un amigo y un aliado», especificó, pero Washington está «profundamente preocupado» por la violencia que el monarca suní está derrochando contra los manifestantes pacíficos de la Plaza de la Perla.
«Hemos dicho en repetidas ocasiones que EE UU se opone enérgicamente al uso de la fuerza y apoya enérgicamente reformas que lleven a la creación de instituciones democráticas y a la apertura económica», recalcó Clinton. La exprimera dama advirtió de que «habrá rezos y funerales, que no deben estropearse» con más represión. «Le urgimos a que retornen al proceso que resultará en cambios significativos y verdaderos para el pueblo», añadió.
Ante la declaración del Gobierno de Bahréin de que la policía y el Ejército tuvieron que intervenir para «preservar la seguridad» del país, la jefa de la diplomacia realizó paralelamente un llamamiento a la «contención».
En Washington, mientras tanto, se repetía el baile de teléfonos que marcó el ritmo de la revolución egipcia. El secretario de Defensa, Robert Gates. telefoneó a su homólogo en el pequeño país que alberga a la V Flota estadounidense; precisamente por ese motivo es el régimen árabe el que tiene la voz cantante. Si en Egipto era EE UU quien pagaba indirectamente a las fuerzas armadas con 1.300 millones de dólares anuales (995 millones de euros), en Bahréin la influencia recae en Arabia Saudí. Ambos monarcas son amigos personales y Bahréin, con sus playas y restaurantes de estilo occidental, sirve de de zona de recreo a los ricos vecinos que cruzan la frontera al volante de sus deportivos.
Según afirma el columnista del 'The New York Times' Nicholas Kristof, agentes saudíes se han dirigido estos días a Bahréin para poner pistolas en la cabeza a quienes osen ayudar a los manifestantes, incluso si solo se trata de auxiliar a los heridos.