Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
Interior de la Bolsa de Madrid. / Archivo
mercados | madrid

El Ibex resiste sobre los 11.000

El selectivo cede un 0,40% pero salva la cota al término de la semana

CRISTINA VALLEJO
MADRIDActualizado:

Cierre en rojo para el Ibex, pero por encima de los 11.000 puntos. El selectivo cedió un 0,40%, para dar un último cambio en los 11.068,10 puntos. Aunque el indicador se levantó con ganas: superaba los 11.150 puntos nada más comenzada la jornada, pero se desinflaba a partir de las diez y media de la mañana, cuando entraba en números rojos, para tocar los mínimos intradiarios en los 10.961 puntos. En ese entorno estuvo rondando hasta las cuatro de la tarde cuando los avances en Wall Street animaron al índice español a recuperar terreno, aunque no lo suficiente como para recuperar los 11.100 puntos sobre los que había cerrado la sesión anterior.

El Ibex-35 fue uno de los índices que en Europa cerraron con pérdidas. El PSI-20 de Lisboa fue el peor de todos los indicadores, con un descenso del 1,18%, el Bel 20 de Bruselas se dejó un 0,57%, mientras que el Ftse Mib de Milán retrocedió un 0,51%. Los números rojos también alcanzaron al Ftse 100 británico, que perdió un 0,07%, mientras que el Cac 40 francés terminó la sesión con un repunte del 0,12% y el Dax alemán se revalorizó un 0,29%.

Varios fueron los obstáculos con los que se topó la renta variable. Y no es casualidad que la Bolsa portuguesa fuese la que más sufrió de toda Europa. Porque gran parte de los problemas vienen de ese país. Ayer volvieron a resurgir con fuerza los rumores sobre la posibilidad de que Portugal necesite un rescate, ante los que el Gobierno luso aseguró que ni lo requerirá y que tampoco las autoridades europeas les están obligando a que lo pida.

Además, el presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek, exigió al Gobierno luso que adopte medidas estructurales que complementen las medidas adoptadas hasta el momento, al tiempo que expresó el apoyo comunitario al país. Pero, de nuevo, el Banco Central Europeo actuó rápido. Según dos operadores del mercado, la autoridad monetaria europea habría aumentado sus adquisiciones de deuda. El interés del bono luso a diez años bajó desde el 7,59% que alcanzaba a primera hora de la mañana hasta el 7,49% en el momento del cierre de los parqués europeos. La prima de riesgo al cierre de la sesión se situaba en el 4,24%. Algunos analistas afirman que el Banco Central Europeo no permitirá que ésta alcance el 4,5%, que es el nivel al que se piensa que las cámaras de compensación incrementarán los márgenes que cobran a los bancos cuando utilizan bonos portugueses como contrapartida en sus operaciones de financiación.

Aunque la presión apenas llegó a la deuda española: el interés del bono a diez años subió levemente, hasta el 5,37%, lo que mantiene la prima de riesgo clavada en el 2,12%.

Desconfianza en el mercado interbancario

Por otro lado, las entidades del Viejo Continente solicitaron al Banco Central Europeo cerca de 32.000 millones de euros en créditos de emergencia en dos días consecutivos, algo que no ocurría desde mediados de 2010. Un foco de incertidumbre. Parece que han sido entidades financieras irlandesas las responsables. En todo caso, es un factor que no ayuda en nada a la tranquilidad, dado que implica que sigue habiendo desconfianza en el mercado interbancario. Sobre todo cuando el presidente de la Reserva Federal norteamericana, Ben Bernanke, en unas declaraciones previas al inicio de la cumbre del G-20 en París, reconocía que los flujos de capital representan un gran desafío para la estabilidad financiera internacional. Y, ya que estaba, aprovechó para defender su programa de compra de bonos por valor de 600.000 millones de dólares.

Aunque en el otro país intervenido, Grecia, el National Bank of Greece, el mayor prestatario heleno, hizo una oferta para comprar el Alpha Bank por 4.000 millones de euros. De ahí que el selectivo griego subiera más de un 3%.

Tampoco ayudaron las declaraciones de Bini Smaghi, miembro del consejo del Banco Central Europeo, quien afirmó que la autoridad monetaria europea podría incrementar los tipos de interés si las tensiones inflacionistas así lo requieren. "Si la economía sigue recuperándose de manera gradual y las presiones inflacionistas siguen aumentando a nivel global, el nivel de 'acomodación' de la política monetaria debe ser monitorizado y, si es necesario, corregido", aseguró Smaghi. En este sentido, los analistas de Barclays prevén que el BCE subirá los tipos un 0,25% en septiembre y otro 0,25% en diciembre, con lo que 2011 terminaría con el precio del dinero en el 1,5% en la zona euro. Uno de los pocos datos macroeconómicos que conocimos, el de los precios de producción de Alemania, anima los temores inflacionistas, dado que subieron el doble en enero de lo previsto por los expertos. De ahí que el euro se reforzara con respecto al dólar.

Y, en Estados Unidos, ya hay analistas que comienzan a atisbar presiones inflacionistas. De hecho, la curva de los bonos ya lo empezó a reflejar hace bastantes semanas. Aunque, en Wall Street, dominaban los ascensos al cierre de la sesión en Europa, por la fortaleza que están mostrando los resultados empresariales. Al mercado americano apenas le hizo mella el otro gran obstáculo con el que se tuvieron que enfrentar los parqués: el nuevo endurecimiento monetario propinado por el Banco Popular de China.

La autoridad monetaria del gigante asiático aumentó los requerimientos de reservas de los bancos diez días después de haber elevado los tipos de interés. A partir del día 24 de febrero, las entidades chinas deberán elevar sus reservas un 0,5%, es decir, en 54.000 millones de dólares. Ello provocó que el barril de Brent cayera por debajo de los 100 dólares de repente, aunque volvía rápido a recuperar la cota de los 102 dólares, debido a que la revolución árabe está alcanzando cada vez puntos más delicados.

Enagás lidera los descensos

En España, ya hay un calendario para la reestructuración y recapitalización del sector financiero por decreto. Dado que los nuevos requerimientos entran en vigor el próximo 10 de marzo, Bankinter sufrió ser la entidad peor capitalizada del selectivo y cedió un 1,34%. Aunque el Popular y BBVA, con mejores ratios de capital cedieron algo más de un 1%. Un poco mejor lo hicieron Sabadell y Santander, que cedieron un 0,79% y un 0,59%, respectivamente.

El peor valor del índice fue Enagás, con un recorte del 2,56%. Bancaja cerró la colocación en el mercado de su participación del 5% en Enagás por un importe total de 188,6 millones de euros. A continuación, Abertis, que se dejó casi un 2%, mientras que Red Eléctrica cedió un 1,66%. Iberdrola también cerró la sesión con descensos. Concretamente, de un 0,74%. Según un informe de Citi, la luz debería subir un 8% este año para hacer frente al déficit de tarifa.

BME fue el valor más rentable de la sesión, con un repunte del 3,03%, tras hacer públicos sus resultados. Le siguió Sacyr Vallehermoso, con una revalorización del 2,25%.

Entre los grandes, únicamente Repsol YPF y Telefónica cerraron al alza, aunque los avances fueron discretos: de un 0,39% y de un 0,11%, respectivamente.

Fuera del selectivo, Cementos Portland lideró los avances, con una revalorización del 10,46%. Service Point fue la compañía más castigada, con un retroceso del 5,24%.