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Las cajas piden más plazo para salir a Bolsa
El presidente de CECA, Isidro Fainé, asegura que los cambios aún permiten elegir la forma de ejercer la actividad financiera
MADRID. Actualizado: GuardarEn una negociación contrarreloj, y la víspera de que el Consejo de Ministros apruebe las nuevas exigencias para el sector financiero, las cajas de ahorro aún piden al Gobierno plazos más flexibles para capitalizarse. Insisten en que los planes de salida a Bolsa que varias de ellas han puesto en marcha no pueden llevarse a cabo con celeridad ni coincidir todos ellos en el tiempo. Desde el Ministerio de Economía la vicepresidenta, Elena Salgado, les ha respondido que el mes de septiembre anunciado «es definitivo», si bien ha mostrado su disposición a «ser razonable».
Junto a una consideración más adecuada de los plazos, la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) ha puesto todo su empeño en conseguir que se amplíe la base de cálculo de la financiación mayorista y quiere que se flexibilicen tanto la definición del 'capital principal' como los topes establecidos. Estos detalles tan técnicos pueden ensanchar o cerrar el filtro de medir la solvencia.
La exigencia del 8% de 'capital principal' que se aplicará a las entidades de crédito cotizadas se elevará hasta el 10% para las que no coticen, no tengan una presencia en su capital de al menos el 20% de inversores privados -es decir, las cajas- y que además «hayan presentado durante el trimestre anterior una dependencia media superior al 20% de su crédito a la clientela en financiación mayorista neta de activos líquidos». La CECA quiere computar este último requisito sobre una base más extensa para excluir de esa obligación a algunas entidades.
La Confederación también pugna con el Ministerio de Economía por modificar la definición y los topes del 'capital principal' que, según detalló la vicepresidenta Salgado, van a incluir el capital, las reservas, las primas de emisión, los intereses minoritarios más las ayudas del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y, transitoriamente, los instrumentos obligatoriamente convertibles en acciones. La suma de todo, a la que se restarán los resultados negativos y pérdidas, los activos inmateriales y los ajustes por valoración, se pondrá en relación a los activos ponderados por riesgo. Son matices que pueden elevar o reducir el coeficiente de solvencia.
El presidente de la CECA, Isidro Fainé, explicó los detalles de esta negociación de última hora ante la asamblea ordinaria de la Confederación. En su intervención, se esforzó por tranquilizar a los asistentes asegurándoles que los cambios «permiten a las cajas escoger, en función de sus circunstancias y objetivos», la fórmula de ejercicio de la actividad financiera que más les convenga.