Futuro androide

Barcelona acoge un año más la mayor feria de telefonía móvil y nuevas tecnologías aplicadas al mundo de las telecomunicaciones. El Mobile World Congress es cita obligada para todo el que quiera estar al tanto de las últimas tendencias relativas a ese odioso aparatito sin el que ya nadie puede vivir hoy en día. La edición de este año ocupa casi 60.000 metros cuadrados de la Fira de Barcelona, ocupados por 1.300 empresas expositoras entre las que se cuentan grandes multinacionales de la electrónica como Samsung, LG, Microsoft, Nokia, Motorola, HTC, Acer, Sony-Ericsson o Asus, y los principales operadores.

Se espera que la edición 2011 acoja a 53.000 visitantes que dejarán cerca de 225 millones de euros, sobre todo en alojamiento y servicios, en los cuatro días que dura la feria. Hace apenas cuatro años, un teléfono móvil era eso, un dispositivo para hablar, enviar mensajes y, a lo sumo, conectarse a Internet de forma muy rudimentaria. Hoy, la guerra entre los grandes ya no está en cuántos megapíxeles tiene la cámara del terminal, sino en el sistema operativo, el conjunto de programas y aplicaciones que forman el entorno del teléfono.

La gran apuesta de muchos fabricantes este año es el sistema operativo Android, desarrollado por Google. La invasión de teléfonos con este software es tal que el simpático robot verde que sirve de mascota a Android está omnipresente en la feria. Pero no todos los androides son iguales. La empresa del buscador acaba de presentar las dos versiones más avanzadas de su sistema operativo: la 2.3, bautizada como Gingerbread, y la 3.0, conocida popularmente como Honeycomb. Gingerbread es el corazón que da vida a un nuevo concepto de teléfono llamado Supersmarftphone. Esta versión del sistema operativo de Google se une a la tecnología de procesadores de doble núcleo creados por empresas como Nvidia o Qualcomm para crear superteléfonos capaces de reproducir y grabar vídeo en alta definición 1080p y 3D, o de conectarse a internet a velocidades superiores a las de nuestro ADSL. El Samsung Galaxy SII, el LG Optimus X2 o el Motorola Atrix son algunos ejemplos de estos asombrosos terminales.

Como ordenadores

El otro gran eje que vertebra las presentaciones del Mobile World Congress son los tablet y Honeycomb, la otra versión de Android desarrollada específicamente para estos dispositivos. El iPad de Apple abrió, hace ya un año, una auténtica caja de Pandora de la que ha salido una nueva generación de dispositivos de alta potencia que rivalizan con los ordenadores y que superan muy ampliamente las posibilidades del iPad.

Básicamente, los tablet o tabletas comenzaron siendo un móvil cuya pantalla fue creciendo hasta el tamaño aproximado de un libro (entre 7 y 10 pulgadas de diagonal). Los últimos modelos presentados ya son capaces de reproducir películas en tres dimensiones, de darnos acceso a bibliotecas musicales con cientos de miles de canciones, de servir como lector de libros electrónicos o de hacernos disfrutar de videojuegos a la altura de las mejores consolas de salón. De momento, estos dispositivos aún no se han generalizado entre el gran público, pero su ascensión es imparable y pronto serán tan imprescindibles como el móvil en el que hoy consultamos el correo electrónico.

Además, Vodafone presenta una solución pensada para dar cobertura de telefonía en situaciones de emergencia. En los lugares donde se ha perdido la comunicación han desarrollado, en alianza entre la Fundación Vodafone y Telefonía Sin Fronteras, un dispositivo que permite desplegar una antena móvil. Tiene 32 kilos de peso y facilita el establecimiento de llamadas locales, más una antena satélite para la comunicación exterior.