Otra vuelta de tuerca
Actualizado: GuardarLa reunión de ayer de los ministros de Economía de la eurozona no fue resolutiva: Alemania está preparando a sus socios para aprobar el 24 y 25 de marzo una ampliación del Fondo de Rescate para consolidar la solidez del euro, a cambio de ciertas contrapartidas, muy especialmente la constitucionalización de un límite estricto del déficit público, así como la vinculación de los incrementos salariales a la productividad y no a los precios. A falta de instituciones centrales de la Unión, Alemania está decidida a imponer la ortodoxia valiéndose de la autoridad que le proporciona el hecho de ser el sostén principal de la moneda única. Esta evidencia, molesta para los demás países, que han de plegarse a la voluntad alemana, genera resistencias políticas, además de las técnicas. Salgado reconoció ayer que será preciso mucho debate para que sean aceptadas las tesis de Berlín y puso de manifiesto que más importante que ligar los salarios a la productividad es dotar a la empresas de flexibilidad para que puedan acomodar los costes a su situación. Así, es preocupante que se avance en la armonización de las políticas sin un paralelo fortalecimiento de los órganos democráticos que darían legitimidad a la integración europea.