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Un policía pasa junto a decenas de inmigrantes llegados desde Túnez a la isla de Lampedusa. :: EFE
MUNDO

La fuga de inmigrantes de Túnez enfrenta a Italia y la Unión Europea

El mal tiempo frena los desembarcos, pero más de 2.000 personas se apiñan en Lampedusa en el centro de acogida

ÍÑIGO DOMÍNGUEZ CORRESPONSAL
ROMA.Actualizado:

La repentina llegada de más de 4.000 tunecinos en cuatro días a la diminuta isla italiana de Lampedusa, huyendo de la crisis de su país, ha reabierto el debate sobre la gestión de la inmigración ilegal en la UE. Parecía olvidado porque los acuerdos bilaterales de países como España o Italia para el control de costas y repatriación habían taponado las salidas de naves, pero el problema de fondo, la situación de los países de origen, seguía intacto. El estallido de Túnez y Egipto, más lo que pueda venir, lo ha recordado. En Túnez, el caos ha eliminado la vigilancia del litoral y los mecanismos de cooperación con Italia, y la gente se ha echado a la mar. Italia es la primera que ha tenido que lidiar de nuevo con el problema y ha reprochado a la UE su falta de ayuda, aunque Bruselas lo niega. El rifirrafe siguió ayer, el Parlamento europeo debate hoy la cuestión y lo cierto es que no se sabe muy bien a qué se está jugando.

La comisaria para Asuntos Internos, Cecilia Malmstrom, se declaró ayer «sorprendida». Asegura que habló con el sábado con el ministro de Interior, Roberto Maroni, y éste rechazó su ayuda con un «no, gracias». Maroni replicó ayer que no es verdad. Que pidió la intervención de Frontex, la agencia de la UE de gestión de fronteras, para patrullar el Mediterráneo y gestionar la avalancha de inmigrantes, además de reclamar que otros países acojan a estas personas. Pero Frontex puntualizó ayer que Italia no les ha llamado. No obstante, Francia y Alemania han apoyado el punto de vista italiano para insistir en es un problema de todos. Un lío.

Por su parte, Maroni está agotando los términos apocalípticos: compara la situación con el éxodo albanés de 1991 y dice que es «como la caída del Muro». Ha solicitado un consejo europeo urgente de jefes de Estado y hasta propuso enviar el Ejército italiano a Túnez, que rechazó la invitación.

¿Cuáles son los datos exactos? Según cifras oficiales de ayer, desde el 15 de enero han llegado 5.278 tunecinos. Si el fenómeno se para aquí no es alarmante, pues Italia gestionó entre 2005 y 2009 el desembarco de 20.000 a 36.000 personas al año. Sobre la emergencia hay que precisar que Maroni no quiso abrir hasta anteayer el centro de acogida para evitar un presunto 'efecto llamada', y dejó que los primeros inmigrantes se amontonaran en un campo de fútbol.