El Gobierno recorta el déficit e ingresa otros 2.000 millones por las telecomunicaciones
El Ministerio de Industria opta ahora por subastar el espectro radioeléctrico entre las operadoras de telefonía, ávidas de mucha más capacidad en su negocio
BARCELONA.Actualizado:El Gobierno hace caja allí donde encuentra oportunidades. El ministro de Industria, Miguel Sebastián, anunció ayer que en el próximo trimestre adjudicará las frecuencias para comunicaciones móviles inalámbricas aún sin utilizar. Con este fin sacará a licitación todo el espectro radioeléctrico disponible en España, una iniciativa que aportará a las arcas del Estado entre 1.500 y 2.000 millones de euros.
El Ejecutivo lo hará mediante una fórmula mixta entre los concursos (10% de las operaciones) y las subastas (90%) para poner a disposición de las operadoras de telefonía un total de 310 megahercios más respecto a los 360 que usan actualmente.
Es una opción muy deseada por las compañías para desarrollar su negocio. De ella dependen la extensión del uso de los teléfonos inteligentes (smartphones), las tabletas, los libros electrónicos, así como los nuevos servicios de comunicaciones, ligados al rápido crecimiento de Internet móvil.
Según datos aportados por Industria, el incremento del tráfico de datos en redes móviles se multiplicará por 40 entre 2009 y 2014, lo que requiere desde ahora mismo una mayor disponibilidad de espectro.
El objetivo del Gobierno con esta operación, que asegura que España se anticipa a Europa como ya pasó con la TDT, es reducir la brecha digital, extendiendo la banda ancha móvil de tercera generación (3G), con un acceso de al menos un mega de velocidad, al 99% de la población.
Pretende proporcionar, antes de 2020, cobertura de cuarta generación al 98% de los ciudadanos, con velocidades mínimas de 30 megas, y de 100 megabits por segundo para la mitad del mercado.
El anuncio lo hizo el ministro de Industria, Miguel Sebastián, en el marco de la inauguración del Mobile World Congress, principal feria del sector en el mundo que se celebra en Barcelona durante esta semana. Sebastián explicó que de los 1.500 o 2.000 millones que espera obtener el Gobierno, 800 irán destinados a reordenar las frecuencias que ahora ocupa la Televisión Digital Terrestre (TDT), el llamado dividendo digital.
Así, el espacio que hasta ahora empleaban las televisiones terrestres se habilitará para ser utilizado por los operadores móviles, lo que obligará a reorientar las antenas y reprogramar los decodificadores. El resto de lo obtenido en las adjudicaciones se destinará a reducir el déficit del Estado.
Oportunidades
Sebastián rechazó que la medida tenga un objetivo esencialmente recaudatorio, pese a la importancia de esa finalidad en época de crisis. El titular de Industria insistió en que la licitación se lleva a cabo porque es «muy buena» para el sector y porque cuenta con el «apoyo» de los operadores, que podrán desarrollar sus objetivos de inversión en un marco predecible y con seguridad jurídica.
El proceso difiere del que se siguió para la 3G, en el que la mayoría de las adjudicaciones se realizaron por concurso, lo que desató una oleada de críticas. Entonces, las grandes operadoras pudieron hacerse con las frecuencias a coste prácticamente cero.
Los precedentes no iban en esa dirección, porque otros Estados europeos llenaron sus arcas con los fondos procedentes de las licencias en momentos de bonanza económica y cuando las compañías se disputaban los mercados europeos con fuertes apuestas que provocaron agujeros multimillonarios en sus cuentas de explotación y de resultados.
El ministro de Industria se declaró confiado en que se lleve a cabo una inversión adicional de las operadoras en las redes de 1.200 millones de euros y apuntó que el proyecto impulsará la creación de 40.000 empleos. Según Industria, la facturación alcanzada en España en 2010 por los servicios que utilizan el espectro (telefonía móvil y audiovisual) se situó en el entorno de los 22.000 millones, más de la mitad del sector de las telecomunicaciones y por encima del 2% del PIB.
Sebastián estima que las empresas del ramo tendrán una influencia «muy relevante» en el incremento de la productividad, e identificó el sector como uno de los protagonistas del cambio del modelo productivo.
A pesar del mensaje de Sebastián, es evidente que el Gobierno se ha lanzado a la 'caza del dinero'. La del espectro radioeléctrico sigue a la privatización de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena) y de Loterias y Apuestas del Estado (LAE). Dos de las pocas 'joyas de la corona' aún en manos públicas, por las que se prevé ingresar 15.000 millones.