Alemania se resiste a blindar el fondo de rescate europeo
La ministra de Economía, Elena Salgado, aboga por la flexibilidad dentro de cada empresa a la hora de fijar los salarios
BRUSELAS.Actualizado:Alemania resiste la presión de sus socios comunitarios para reforzar el fondo de rescate. Pese a que la semana pasada la deuda portuguesa volvió a ser víctima de los mercados, el Gobierno germano se mantiene firme en su postura de no blindar el mecanismo de ayuda hasta que la UE llegue a un acuerdo sobre su pacto de competitividad. Berlín refrendó ayer este binomio en la cumbre mensual del Eurogrupo, que analizó el controvertido plan germano de eliminar las revisiones salariales vinculadas al IPC o la armonización del cálculo del Impuesto de Sociedades.
El ministro alemán de Finanzas, Wolfgan Schäuble, anticipó antes del inicio del encuentro en Bruselas que no darían su brazo a torcer. Desde la perspectiva germana, el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (EFSF, por sus siglas en inglés), el pacto de competitividad y el fortalecimiento del Gobierno económico de la UE conforman un tronco común que no puede negociarse por separado. «Tendremos un paquete completo con los tres elementos a finales de marzo», subrayó en referencia a la cumbre de presidentes prevista para esas fechas.
Schäuble, que estos días ha insistido en que su propuesta de pacto de competitividad está abierta al debate, restó importancia al acoso que sufrió la semana pasada la deuda lusa. «En estos momentos, los mercados están tan estables que parece mejor no desestabilizarlos con discusiones innecesarias», zanjó, rechazando urgencias en el fortalecimiento del fondo de rescate.
En el encuentro de ayer, los ministros de Economía volvieron a estudiar fórmulas para afianzar el mecanismo de ayuda, que asciende a 440.000 millones de euros. El problema es que en realidad solo estarían disponibles 250.000 millones por las elevadas garantías exigidas.
La vicepresidenta segunda y titular de Economía, Elena Salgado, respaldó antes de la cumbre la apuesta alemana por la competitividad, pero recordó que todavía «hay mucho que discutir». Salgado puso el acento especialmente en la eliminación de las cláusulas que actualizan los salarios de acuerdo a la subida del IPC. A su juicio, más que arrinconar este modelo lo fundamental es que «haya flexibilidad dentro de cada empresa para atender a la situación económica y a las circunstancias».