Andalucía y la Constitución de 1812. Balance de un CongresoXxsxsxsxlllsxsxsxsx xsxsxsxsxsxsxsx
MIEMBRO DEL COMITÉ CIENTÍFICO DEL CONGRESO POR LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ.Actualizado:Durante los pasados días 8, 9 y 10 del presente mes de febrero se ha celebrado en el Aulario La Bomba de nuestra Universidad el Congreso Nacional 'Andalucía y la Constitución de 1812'. Coordinado por el profesor Ramos Santana, apoyado por la Consejería de Gobernación y con el asesoramiento científico de las Áreas de Historia Contemporánea de las nueve Universidades Públicas andaluzas, en el Congreso se pretendía analizar la influencia que la Constitución de Cádiz tuvo en la primera mitad del siglo XIX, en los tres periodos que estuvo vigente -1813-1814, 1820-1823 y 1836-1837- y cómo fue reivindicada en las dos etapas absolutistas del reinado de Fernando VII. Y es que en la defensa del modelo constitucional de 1812, Andalucía tuvo un papel fundamental como lo demuestran no sólo las propias Cortes de Cádiz, sino también otros acontecimientos como, por ejemplo, el pronunciamiento de Riego en Las Cabezas, en 1820, el intento de 'los coloraos' en la Almería de 1824 o el frustrado levantamiento malagueño de Torrijos en 1831.
Pues bien, las ponencias y comunicaciones presentadas a lo largo de estos tres días no sólo han hecho un excelente estado de la cuestión sobre lo que ya sabíamos acerca de la realidad política, económica y social de la Andalucía del primer tercio del siglo XIX, sino que también han sugerido nuevos temas de investigación, que hasta ahora apenas si habían sido desbrozados. En este sentido, fue muy renovada la primera ponencia del Congreso a cargo del profesor Pérez Garzón, que nos habló sobre los mecanismos de construcción de la «nación liberal» a raíz de los debates abiertos en las Cortes gaditanas, con la emergencia de una nueva terminología política y el nacimiento del moderno concepto de «opinión pública».
También esta primera jornada se cuestionó la visión de la historia de España decimonónica, hecha por la historiografía 'neorregeneracionista', basada en los continuos 'fracasos' y se destacó la importancia que tuvo la labor legislativa de las Cortes gaditanas, no sólo a través del texto constitucional, sino con otras leyes como la de la libertad de imprentan y la de la abolición de los señoríos que introdujeron significativos avances en la sociedad española, es verdad que de corta vigencia por la pronta reacción absolutista que vino a partir de 1814.
En la segunda sesión del Congreso se trató sobre la representación política que tuvieron los Reinos y las Provincias andaluzas en estas Cortes. Se analizó la condición socioprofesional de estos diputados, se habló de su participación -más bien poco relevante- en algunos de los grandes debates que se produjeron y se discutió sobre la influencia que la ciudad de Cádiz y sus habitantes pudieron tener en el texto final de la Constitución que fue proclamada el 19 de marzo de 1812. Además, unas interesantes comunicaciones presentadas a lo largo de esta sesión les permitió a los congresistas conocer mejor cómo se extendieron estos nuevos conceptos políticos en otros territorios de Andalucía, como las actuales provincias de Huelva, Córdoba y Málaga o en la hoy llamada ciudad autónoma de Ceuta.
La tercera y última sesión abordó los símbolos, los lugares de la memoria y los mecanismos de difusión que emplearon los liberales españoles para propagar y reivindicar los valores de esta nueva cultura política. Se detallaron los nombres de los mártires más populares que pagaron con su vida la defensa del texto constitucional gaditano y se describieron las formas y las imágenes con las que fueron reivindicados a los lo largo de los siglos XIX y XX, hasta los años de la Segunda República. Y nuevas comunicaciones presentadas analizaron los comportamientos de grupos concretos de diputados, como los que representaron a la provincia de Jaén, los que estaban vinculados a la Iglesia o los que llevaron la voz de comarcas como la Serranía de Ronda. Finalmente, el profesor Bartolomé Clavero hizo un análisis comparativo de este primer constitucionalismo gaditano y del que, por el mismo tiempo, estaba aflorando en algunos territorios de América del Sur. Este experto en la Historia del Derecho, destacó la generosidad de los diputados gaditanos al extender la condición de ciudadanos españoles no sólo a los que vivían en la Península, sino también a los indígenas «libres y avecindados que residían en las colonias, lo que contrastaba con el primer texto constitucional de la Revolución Francesa, que excluía de este derecho a todos los que vivían en sus territorios de Ultramar». Un avance en la construcción de estas «ciudadanía indígena gaditana», que en otras cuestiones -y así hay que decirlo- quedaron bastante más limitadas. El Congreso, en definitiva, ha servido una vez más para poner en evidencia el protagonismo que Andalucía tuvo en el nacimiento del primer constitucionalismo español, lo que llevó ya entonces a uno de nuestros eruditos a calificarla como «la provincia más liberal de España».