El mundo contiene la respiración
Obama ensalza a los jóvenes que lideran la protesta contra Mubarak, que pueden sentirse traicionados por EE UULa Unión Europea se limita a respaldar un camino democrático para Egipto, mientras Arabia Saudí y China critican la «injerencia»
NUEVA YORK. Actualizado: GuardarPocas veces se ha visto tartamudear tanto a Robert Gibbs como ayer, cuando la prensa de la Casa Blanca intentó sacarle al portavoz qué sabía de la presunta dimisión de Hosni Mubarak. Su jefe, Barack Obama, no vaciló, pero reaccionó con cautela. «Estamos viendo cómo se escribe la historia», afirmó.
El presidente de EE UU reconoció con pasión que «este momento de transformación está ocurriendo porque el pueblo egipcio está pidiendo el cambio» y dan crédito de ello las jóvenes generaciones que han tomado la plaza Tahrir. «Se han manifestado en cantidades extraordinarias, representando a todas las edades y todas las formas de vida. Pero es gente joven la que ha estado en primera fila, una nueva generación, como la vuestra, que quiere que se oigan sus voces», dijo a la audiencia de la Universidad de Michigan. «A medida que seguimos adelante quiero que todos los egipcios sepan que en EE UU continuaremos haciendo todo lo que podamos para apoyar una transición ordenada y genuina hacia la democracia».
No es ese el mensaje que llega a las calles, según el prestigioso columnista del diario 'The New York Times' Nicholas Kristof, que en estos días transmite desde allí. «Para muchos egipcios, EE UU está conspirando con el régimen para presionar solo con reformas cosméticas mientras se mantiene la estructura básica del poder», urgió ayer en su artículo 'Obama y el futuro de Egipto'.
«En la plaza Tahrir veo a gente joven predispuesta a admirar a EE UU -la generación de Facebook- expresando un creciente sentido de sentirse traicionados. En un país donde la mitad de la población tiene menos de 24 años, estamos quemando nuestros puentes».
No se sabe cuándo le llegó a Obama la advertencia de que su postura vacilante estaba envenenando de antiamericanismo a toda una generación del país árabe más influyente, como tampoco se le pudo sacar a Gibbs a qué hora conoció el presidente que Mubarak podría ceder nuevas parcelas de poder. Fuentes de la CNN en la Casa Blanca confirmaron el aviso con ciertas dosis de escepticismo. «Habrá que verlo», le dijeron al periodista John King.
Algunos incluso creen que Leon Panetta, el presidente de la CIA que soltó el anuncio casualmente durante una rutinaria comparencencia en el Congreso, no estaba autorizado para contarlo. Son las intrigas de palacio de una revolución que parece responder a un parto natural. «Estoy viendo lo mismo que vosotros», se defendió el portavoz de la Casa Blanca. «Yo no. De nuevo, estamos viéndolo, es una situación que fluye».
«Apoyaremos la transición», dice Ashton
La Unión Europea apoyará la transición democrática en Egipto «sin importar lo que ocurra en las próximas horas o días», aseguró ayer la alta representante de la UE, Catherine Ashton. La responsable de política exterior europea habló por teléfono con el ministro egipcio de Exteriores, Ahmed Abul Gheit, al que reiteró la disposición comunitaria a ayudar al desarrollo democrático y la estabilidad del país. Ashton también trasladó a Gheit su propósito de viajar a Egipto «lo antes posible», según le pidieron los líderes de la UE, dentro de una iniciativa que incluye también a Túnez. No está claro si El Cairo va a dar luz verde a esta visita.
«Que el futuro se decida sin injerencias»
El Gobierno chino expresó ayer el deseo de que «el futuro de Egipto se decida independientemente por ese país, sin interferencias extranjeras», y defendió «los esfuerzos por mantener la estabilidad social». «China sigue de cerca la situación de Egipto, un país importante para la paz y la estabilidad en la región, y entiende y apoya los esfuerzos para mantener el orden social», destacó el portavoz del Ministerio chino de Exteriores, Ma Zhaoxu. El país árabe «posee la capacidad y la sabiduría para encontrar una solución apropiada» a la actual crisis. Ma declinó responder a una pregutna relativa a «qué bando» del conflicto abierto en Egipto contaría en este momento con el apoyo de Pekín, quizá porque la cuestión se responde por sí misma.
«Condena a la comunidad internacional»
Arabia Saudí, en la línea marcada estos días también por China, criticó la «flagrante injerencia» de los países extranjeros en la crisis política egipcia. En un discurso desde Marruecos, el titular saudí de Exteriores, Saud al Faisal, mostró la «rotunda desaprobación» y la «máxima condena» de su Gobierno al papel jugado por la comunidad internacional. El ministro censuró a «algunos países extranjeros», aunque sin referirse a ninguno en concreto. «Esperamos que los egipcios puedan resolver por sí solos los problemas, porque son más que capaces», concluyó Al Faisal.