el apunte

El pulsómetro de Jerez

Jerez Actualizado: Guardar
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Conversación en una frutería: Señoras y señores en la cola, otros son atendidos con diligencia. Pido la vez mirando la buena mercancía que está expuesta con orden y colorido. Mientras espero observo y escucho.

«Que lastima, el centro está vacío, como no llegan los autobuses la gente no viene a comprar». «Claro, pobre criaturas como está la cosa y encima esto». «¿Pues no les iban a pagar?»

Un señor con sombrero y bien informado toma la palabra: «Dicen los periódicos que los conductores estarán en huelga mucho tiempo hasta que no resuelvan sus problemas».

«¿Pero siguen sin pagarles? Le preguntan ya directamente. «Les deben algunos meses y extras» el reportero improvisado paga su cuenta y recoge las bolsas. Antes de salir de la tienda mientras le abren paso deja caer. «¡Y a ver si renuevan los autobuses!». Le corean «¡digo!, algunos están de pena y necesitan una manita de limpieza». Se suma una pareja de ancianos, él ayuda a su esposa a subir el escalón. Llegan algo cansados; «¿Quién es el último?» y empiezan a relatar el tiempo que se han llevado esperando el autobús y la paciencia que hay que echarle. «Esto viene de lejos, no es la primera vez que juegan con nosotros». La vendedora se apunta. «Al final los que pagamos somos los usuarios, yo he tenido que venir en taxi para no llegar tarde a la frutería, vamos que me ha costado el dinero venir hoy a la tienda». «Y como usted muchos más; los que no tenemos más remedio que coger la línea». «El bingo nos tenía que tocar para tapar agujeros que ya son socavones», «¡digo! Pero para socavones los de las calles de Jerez que con cubrirlo con arena o una valla ya tienen todo hecho, este Ayuntamiento…». Se ríen y apostillan «no, pero ahora viene Pacheco y se soluciona todo». «Si que no es nuevo pero viene como nuevo ¿no dijo eso?». «Ayer en el bar me leí LA VOZ y ponía que el PSOE perdía la mitad de los concejales ¿no?, o yo entendía mal?. «No sé», le contestó el otro tendero; «Yo leí también no sé… un desplome del partido de Pilar y que el PP subía mucho». «Pero si al final son todos iguales, ¿eh?». Parece que me miran, pero yo a lo mío «2 kilos de tomates rojos, 1 kilo de mandarinas, ¿las patatas han subido?...» Total que abono mi cuenta, recojo las bolsas que pesan una harta, «Adiós», y pidiendo paso abandono la tertulia de la frutería. Escuchar a la calle es muy sano, es como pulsar en ambiente de la ciudad. El pulsómetro de Jerez diría yo.