El pívot uruguayo del Caja Laboral Esteban Batista (d) y el pívot croata del Bizkaia Bilbao Basket Marko Banic./EFE
baloncesto | copa del rey

Marcelinho desactiva el ‘efecto Vasileiadis’

El Bizkaia remontó 15 puntos gracias a la metralleta griega, aunque al final resolvió el base del Baskonia

MADRID Actualizado: Guardar
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Marcelinho Huertas desactivó el ‘efecto Vasileiadis’. Ante la metralleta griega del Bizkaia Bilbao, el base brasileño del Caja Laboral resolvió en el último minuto con dos bandejas y una asistencia y evitó que el Baskonia se diese un batacazo de proporciones considerables en la ciudad donde ha ganado sus dos últimos títulos de Copa. Vasileaidis levantó un partido que parecía muerto en el tercer cuarto (55-40) y resucitó al Bilbao con una actuación portentosa, aunque se quedó a las puertas de la gloria: 32 puntos, con 7 de 12 triples.

Los dioses del Olimpo asistieron al alero de Salónica, que con triples imposibles desde todos los lados de la cancha estuvo a punto de ahogar al poderoso. Le faltó a Vasileiadis rematar su impresionante y espectacular partido en el momento de la verdad, pero ahí le falló la mano. Tenía derecho a fallar, Él solo se encargó de dejar al Baskonia con la soga al cuello y hacer soñar al Bizkaia, cuando la asustada afición del Caja Laboral llegó a festejar el pase a semifinales antes de tiempo. Y su equipo, al que le entró en el último cuarto una caraja monumental, aturdido e incapaz de frenar a la máquina exterior del Bilbao que lucía una cresta en su cabeza que se convirtió en pesadilla para Vitoria.

La sangre helena de Vasileiadis y su capacidad para machacar desde el exterior permitió que se viviese un vibrante encuentro copero, de los que engrandecen esta competición. De rachas enormes por parte de ambos equipos y pleno de emoción hasta el último momento, cuando la experiencia es la que suele decidir. Ahí es donde sacó a relucir el Baskonia sus galones. Y, sobre todo, Huertas, a quien no le traicionaron los nervios y dio la puntilla a un equipo que si en la primera parte solo sobrevivió gracias a Mumbrú y Hervelle, tras el descanso fue Vasileiadis quien se disfrazó de héroe.

Triples imposibles

El Caja Laboral, aunque no esté en su mejor momento, es demasiado equipo para el Bizkaia, y más si este está mermado. Y por si fuera poco, la tripleta formada por Huertas, San Emeterio y Barac, que tomó el relevó de Teletovic en el último período, es una montaña demasiado empinada para un equipo tan limitado. Jugó a arreones el Bilbao, mientras que el Caja, cuando quiso apretar, puso un mundo de distancia, con los triples de Teletovic y la lección en la dirección de Huertas, que acabó con dobles figuras (18 puntos, 10 asistencias y 29 de valoración).

Llegó a ponerse 15 arriba, pero en ese momento apareció el griego de los triples imposibles –el que metió sobre la bocina al final del tercer cuarto fue de frotarse los ojos-, y con su descaro, incendió el Palacio, encorajinó a sus compañeros, y estuvo a un paso de romper el derbi vasco. Por segundo año consecutivo el Baskonia despidió al equipo bilbaíno a las primeras de cambio, aunque el Bizkaia rozó la gesta, abandonó con la cabeza muy alta y se ganó el respeto y el cariño de muchas aficiones.