El campeón, a semifinales sin desgastarse

El Barça volverá a jugarse este sábado el pase a la final de Copa contra el Baskonia, al igual que ocurrió hace dos años en Madrid, aunque en aquella ocasión fue el equipo vitoriano el que triunfó para adjudicarse después el título y ahora es el catalán el gran favorito para revalidar su corona. Sin brillar, y sin necesidad de Ricky Rubio, que cometió cuatro faltas a los 24 minutos y apenas jugó 10, ni de unos apagados Navarro y Vázquez, el Barcelona cumplió los pronósticos y se impuso al joven e inexperto DKV Joventut en un choque en el que los azulgrana no se desgastaron. En el cumpleaños de Pepu Hernández, el Joventut plantó cara al Barça durante tres cuartos, pero en el último tuvo que rendirse ante la infinita superioridad de una máquina que jugó a medio gas y esperó al final para sentenciar.

Tras un arranque de 7-0 y un parcial de 8-0 al inicio del segundo cuarto, para la máxima diferencia (37-25) se presumía un partido plácido para el Barça, pero Pepu Hernández ordenó una zona que atascó a los azulgrana e hizo resurgir al Joventut. El DKV casi les devuelve el parcial, porque el Barcelona se estrelló ante esa defensa, sin anotar un solo triple hasta que Ricky rompió la dinámica al principio del tercer periodo, nada más cometer su tercera personal. El Barça volvió a recuperarse (46-35), pero cayó otra vez en una fase depresiva, con Navarro desaparecido y sin soluciones ante un equipo muy bien dirigido por Franch. Sin embargo, el DKV, sin el banquillo ni la calidad del Barça, no pudo sobrevivir solo con la defensa zonal.

Pájara azulgrana

Ricky, que ya no volvería hasta el 77-60 a tres minutos del final, se fue al banquillo con la cuarta personal mediado el tercer cuarto y el Barça lo tuvo que fiar a las manos de Sada, y a las de Grimau y Ndong, poderoso como siempre en la pintura. Un bagaje en principio escaso frente a un DKV que, ante la pájara blaugrana, pudo correr y jugar al contraataque. McDonald estaba haciendo mucho daño en la zona, y Franch y Trias se encontraban cada vez más cómodos, porque al Barça le costaba también mucho defender por fuera. Así, con el Barça apagado y el Joventut cada vez más ilusionado y con más fe, la ‘Penya’ se acercó a un solo punto (52-51).

Se encendieron entonces las alarmas en el Barcelona, y el punto de inflexión lo puso un triple de Ingles. Le había costado un mundo al equipo de Xavi Pascual romper la defensa zonal, pero ese lanzamiento hizo crecer al australiano y dio bríos al Barça. El Joventut quedó muy tocado, porque le habían destrozado uno de los grandes recursos, y el Barcelona puso la directa hacia semifinales. A cinco minutos del final, el choque estaba resuelto (70-58), con la aportación ofensiva de Morris. Dispone de tanto donde elegir este Barça que aunque el equipo no esté muy bien, cualquier jugador está llamado a tomar la responsabilidad y decidir si es preciso. Y las grandes estrellas incluso pueden descansar.