baloncesto | copa del rey

Claver impulsa al Power

El Valencia acaba con la ilusión del Valladolid en un solo cuarto

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

No hubo sorpresa. La calidad y la solidez del Power Electronics pudo con la ilusión del Blancos de Rueda en un solo cuarto. El Valencia repetirá semifinales de Copa tras desactivar en la inauguración del torneo al Valladolid, la gran revelación de la ACB, que después de 12 ediciones sin participar en la competición sufrió una humillante derrota ante un rival muy superior. Liderado por un inmenso Víctor Claver (32 de valoración, con 19 puntos, nueve rebotes y cuatro asistencias) el Power Electronics pasó por encima de un equipo que no pudo divertirse, como está acostumbrado en la Liga, porque se lo impidió el poderío físico, la fortaleza defensiva y la contundencia ofensiva del equipo de Pesic.

La última vez que el Valencia se impuso al Valladolid en la Copa fue en Pucela, en 1998, y entonces no solo llegó a la final, sino que conquistó el título. Ahora, con Claver crecido, vuelve a tener muy buena pinta, y no es extraño que los técnicos que se han quedado fuera del torneo del KO apuesten por este equipo para jugar el partido decisivo contra el Barça. Ante un Blancos de Rueda muy limitado, y en el que decepcionó su principal arma, Slaughtetr, el Power acabó dándose un festín.

El juego interior del Valencia, con Claver, Savanovic y Javtokas, fue una apisonadora para un Valladolid que bajó muy pronto los brazos. El choque estaba ya más que sentenciado en el descanso (30-44), con 11 asistencias del favorito frente a solo una del Valladolid y un dominio insultante en todas las facetas. Al final fueron seis asistencias frente a 20. No fue favorito en el sorteo de Copa porque el Valladolid acabó en mejor posición en la primera vuelta de la Liga, pero el Power presumió de esa condición durante todo el encuentro.

La hora de Claver

Y con una estrella llamada a consagrarse en esta Copa, porque Claver ha dado un paso al frente y a su talento y versatilidad añade ahora la fortaleza mental de los grandes. La que le faltó al Valladolid, que fue desarbolado y perdió gran parte de su caché, aunque su verdadera pelea está en intensar escapar de la crisis económica que le ahoga. El Blancos de Rueda de Porfirio Fisac solo aguantó unos primeros 10 minutos en los que Claver y Javtokas ya presagiaban lo que iba a ocurrir. Con una altura en la pintura imposible de equilibrar para el Valladolid. Y eso que en ese arranque a los pucelanos no se les dio nada mal el tiro exterior con el que luego se estrellaron repetidamente. Fue uno de sus escasos recursos para intentar plantar cara a un Valencia que nunca quiso relajarse.

El Valencia va a por todas en Madrid, donde ya jugó la final hace cinco años. Tendrá un día de descanso, pero el Power no debería verse afectado por frenar su dinámica ganadora. Pesic y los suyos prometen, y a Claver se le abre el camino de la gloria en esta Copa, aunque solo ha dado un primer paso. Falta lo más duro.