La policía ratifica que había sangre de Marta y de 'el Cuco' en la vivienda

Tres peritos de la Policía Científica ratificaron ayer la existencia de ADN del menor conocido como 'el Cuco' mezclado con el de Marta del Castillo en la vivienda de León XIII donde tuvo lugar el crimen y la violación de la joven sevillana, concretamente, debajo de la mesa del ordenador ubicada en el dormitorio de Miguel Carcaño, lugar en el que el asesino confeso sitúa la muerte de la joven tras ser estrangulada por el menor acusado.

Los tres peritos que comparecieron en la décima sesión del juicio que celebra el Juzgado de Menores número 3 de Sevilla contra el 'Cuco' ratificaron «íntegramente» todos los datos recabados en la fase de instrucción del caso, y pusieron de manifiesto que únicamente se halló ADN del menor mezclado con el de la víctima bajo este escritorio. Asimismo, sí que confirmaron que encontraron sangre en la cazadora que Miguel llevó puesta la noche del crimen, así como restos de manchas de lo que podría ser sangre en la colcha de la cama y en la mesa del ordenador.

En este sentido, y según explicaron a los periodistas fuentes de la Fiscalía, los peritos no pudieron asegurar que estas manchas se correspondieran con sangre debido a que son manchas «críticas» compuesta por «mínimos» restos, por lo que los peritos tuvieron que «tomar una decisión técnica y decidir qué informe pericial era más importante a efectos de la investigación, porque corrían el riesgo de que, si se determinaba primero el resto biológico, luego no quedara cantidad suficiente para determinar el perfil genético». No obstante, por «su experiencia» y por la forma en que reaccionaban a los reactivos aplicados, se inclinan por que fuera sangre.

Crítica

Al hilo de ello, los peritos explicaron las posibles causas que llevan a que una mancha se pueda convertir en «crítica», como son, entre otras, que estén en el exterior y llueva o que hayan sido limpiadas. Según la acusación particular, el hecho de que estas manchas tuvieran poco contenido «responde a que se han lavado, por ejemplo con lejía», pues ésta «desvirtúa o devalúa mucho los restos que puedan quedar». Los acusados «hicieron todo tipo de maniobras para evitar que quedaran muestras», apostilló el letrado de la familia, José María Calero.

De igual modo, los tres peritos que comparecieron en la décima jornada de la vista oral ante el juez de Menores número 1, Alejandro Vián, ratificaron que encontraron restos biológicos de Marta en la silla de ruedas -donde también había restos de Miguel- que los acusados emplearon para deshacerse del cuerpo, así como en el tensiómetro que habrían utilizado para comprobar si la joven había fallecido.