La triple 'ópera prima' de Pilar Jurado
Soprano y libretista, firma y canta 'La página en blanco', un «thriller cibernético» sobre las traumáticas crisis creativas Será la primera compositora que estrene una ópera en el Teatro Real
MADRID.Actualizado:Bastan los dedos de una mano para contar las compositoras de música culta. Pero las hay. Pilar Jurado es una de ellas, además de directora, soprano y libretista. Madrileña del 68, tendrá además el honor de ser la primera mujer que estrene una ópera en el Teatro Real. Una pieza del siglo XXI -con internet, biomedicina, robots, traiciones y pasiones-, «llena de ritmo y muy cinematográfica» y compuesta por una mujer de su tiempo, vital y sin complejos. Empeñada en «agitar conciencias» quiere atraer al exclusivo mundo del bel canto a nuevos públicos e indagar en los males de su tiempo.
Bajo el título de 'La página en Blanco', Jurado ha tramado un «thriller cibernético» de corte futurista, pero «con elementos musicales reconocibles, arias y dúos» y con la crisis de la creación como telón de fondo. Los anales tendrán que reseñar también que además de la música, Pilar Jurado, es responsable del libreto y que, en su condición de soprano, se reservó la interpretación de uno de los personajes protagonistas Aisha Darjou -anagrama de su apellido- de esta intriga escrita por ella y concebida como «una metáfora de la vida». Promete «sorpresas» al público y dice sentirse «como una niña grande en un mundo de maravillas». Jurado, que quiso ser ingeniera genética, no niega haberse recurrido a su «bagaje emocional» para componer su personaje «lo que le da un plus de autenticidad».
Técnicamente, la pieza en un reto que exige una orquesta con setenta instrumentistas y un coro con medio centenar de voces. La trama da cuenta de la desesperación de Ricardo Estapé, compositor en crisis que recibe correos electrónicos con páginas en blanco y con copias exactas de lo poco que logra componer cada velada de su ópera sobre el Apocalipsis. Sospecha que su exmujer trata de volverle loco y asume que el mundo ha tramado un complot contra él.
Preguntas
Jurado, como los grandes libretistas, trata de diagnosticar alguno de los males de su época y se plantea en esta ópera temas candentes ¿Cómo en la época con más posibilidades y canales de comunicación en la historia de nos encontramos tan solos? ¿Por qué creemos tener el control de nuestras vidas cuando somos páginas en blanco, simples marionetas? ¿Cuál es la verdadera realidad en la era de lo virtual? ¿Qué necesita el cerebro pare crear? ¿La tecnología nos libera o no somete a su dictado?
Jurado, con una larga trayectoria en la composición, ha tejido su trama dejándose alimentar de las influencias que conforman su sensibilidad, de las lecturas de Murakami o Paul Auster al cine de David Lynch o Lars von Trier. En la música casa «tradición y vanguardia» y admite también todo tipo de influencias, algo que los compositores del siglo XXI «debemos tomar como una gran riqueza y una enorme suerte». Si sumarse a escuela o tendencia alguna, las citas de sus partituras saltan de Mozart y Palestrina a Piere Boulez, Olivier Messiaen, Luigi Nono o Edgard Varèse.
¿Broma?
Fue el antecesor de Gerard Mortier en la dirección artística del Real, Antonio Moral, quien encargó la composición de la ópera a Pilar Jurado hace tres años. En este tiempo Jurado se ha dedicado en cuerpo y alma a un extenuante trabajo que someterá al criterio del exigente respetable a partir del próximo día 11, con dirección escénica de David Hermann y Titus Engel a la batuta. Está tranquila y cree que lo que ha visto estos días en los ensayos se acerca «bastante» a lo que imaginó en sus planteamientos.
Jurado, que estuvo sobre el escenario en la reapertura del Real cantando 'La vida breve' y que estrenó aquí su primera pieza orquestal, verá al fin cumplido un sueño en el que le costó entrar. Con más de 80 piezas en su catálogo, cuando Moral le pidió que le enviara partituras para ver las claves de su trabajo «creí que me tomaban el pelo y no las envié».
Se convenció de que la cosa iba en serio ante la insistencia de Moral y la ratificación posterior de Mortier, que asumió el proyecto de su antecesor. El belga no sólo aceptó integrar 'La página en blanco' en el programa de su primera temporada al frente del coliseo, si no que le puso en contacto con el trío alemán: el director de escena, el escenógrafo y el director. Entonces Jurado se dijo en clave surfera que «había cogido la mayor ola de mi vida».