EL HIJO DEL 'RAIS'

Los bíblicos descampados están que arden. Una explosión en el Sinaí ha dejado sin suministro de gas a Jordania y las autoridades creen que se trata de un sabotaje, ya que el gaseoducto también abastecía a Israel. Las tierras áridas no sólo dan muchos profetas, sino abundantes seguidores para cada uno de ellos. Anatole France decía que hubo un tiempo en el que los desiertos estaban poblados por ermitaños. Había muchísimos y sólo algunos encontraban su redondo hospedaje en lo más alto de las columnas. El hijo del 'rais' lo va a tener más fácil, aunque fracase el intento de su papá para instituir la dictadura hereditaria. La familia Mubarak, según cálculos aproximados, posee un patrimonio de 52.000 millones de euros. Con razón no quiere irse el patriarca. Como además los seguidores rezan por su continuidad con el culo en pompa, el repudiado mandamás se aferra a su cargo.

Los expertos en política internacional nunca saben cuándo van a pasar las cosas, pero están siempre en magnífica disposición para explicar por qué sucedieron. El que menos se extraña de los acontecimientos es el monte Sinaí, que a pesar de tener sólo tres mil y pico metros, vio cómo el Señor le entregó a Moisés su pétreo código de conducta. La Historia Sagrada es un novelón no menos inverosímil que apasionante. No ha descendido el número de sus lectores, pero sí el de sus creyentes. La península fue el refugio de los israelitas cuando salieron del mar Rojo y aunque esté muy mal de vegetación está muy bien de acontecimientos memorables.

Todo cambia y por la orografía también pasan los siglos. El jefe del Estado Mayor egipcio les pide a los tercos manifestantes que se dispersen mientras se le busca un refugio adecuado a Mubarak y a su dinero, que era antes de los egipcios. Los jóvenes no se creen las viejas historias y son casi el setenta por ciento de los árabes. La mitad creen que Gamal, el hijo del 'rais', debiera ser un parricida.