Repliegue en los 11.000
El selectivo se apunta un 0,63% gracias a los "grandes valores" y las inmobiliarias
MADRIDActualizado:Fenómeno curioso en los mercados de renta variable ayer. El Dax alemán y el Cac 40 francés, tras una fulgurante apertura, se mantuvieron con revalorizaciones de alrededor de un punto porcentual durante toda la sesión. El Ibex tuvo el mismo comportamiento positivo en la apertura, hasta marcar máximos intradiarios en los 10.985 puntos poco antes de las diez de la mañana, pero a las doce comenzó una senda descendente que le llevaría a los números rojos minutos después. Un poco pasada la una de la tarde, el indicador marcó el mínimo de la sesión en los 10.782 puntos, para comenzar de nuevo a subir. Aunque el indicador no volvió a las inmediaciones de los 11.000 puntos. Al cierre, daba un último cambio en los 10.922,60 puntos, lo que supone un avance del 0,63%. Lo curioso es que el Ibex hizo el mismo dibujo que el PSI-20 de Lisboa, por ejemplo. Y el mismo que los bancos.
¿Qué se pudo interponer en el camino de las Bolsas española y portuguesa y, en cambio, no se contagió a las demás? Posiblemente, dos factores. Por un lado, la intervención de un banco danés corto de solvencia. Por otro, el anuncio de una emisión sindicada de deuda lusa a cinco años, la primera en un año, que puede hacer temer porque el Tesoro portugués no reciba demanda suficiente para sus emisiones. Al cierre de la sesión se conocía que, en esta operación, Portugal ha podido captar 3.500 millones de euros. La demanda de títulos duplicó la oferta, al alcanzar los 6.000 millones de euros. Además, en el mercado se especuló con la posibilidad de que la colocación final pudiera haber superado esos 3.500 millones, ante el apetito de los compradores. Eso sí, el interés fue un poco superior al del mercado secundario.
Aunque algunos analistas atribuían la debilidad de los mercados peninsulares a la falta de acuerdo el pasado viernes sobre la flexibilización del fondo de rescate europeo. De hecho, las primas de riesgo de los países periféricos se ampliaron en alrededor de diez puntos tanto en España, como en Portugal y Grecia. El interés del bono español a diez años subió hasta el 5,25%, con lo que la prima de riesgo respecto a la deuda alemana a ese mismo plazo se amplió hasta rozar los dos puntos porcentuales, dado que el interés del bono alemán subía levemente hasta el 3,25%. El interés del bono portugués a diez años se situaba en el 7,16, un 3,91% por encima del que el mercado exige al 'bund', aunque casi un punto porcentual por debajo de los niveles de mayor estrés, a mediados de noviembre.
El euro, a la baja
En el mercado de divisas, el euro vivió una nueva jornada a la baja. La moneda única comunitaria retrocedía un 0,15% frente al billete verde, con lo que el tipo de cambio se situaba en 1,3548 dólares por euro.
Además de las incertidumbres sobre el plan de rescate europeo, a la moneda comunitaria le pesaba un mal dato procedente de Alemania. En concreto, el de pedidos de fábrica, que registró un retroceso del 3,4% en diciembre, frente a la caída del 1,5% que esperaban los analistas. Pero también es verdad que durante el mes de noviembre, los pedidos industriales aumentaron cinco veces más de lo esperado.
De ahí que el Dax alemán ni se inmutara por la publicación de esta referencia. "Incluso si hay un descenso a corto plazo, la economía alemana se encuentra en una situación muy saludable", afirmaban desde Deutsche Postbank en declaraciones a Bloomberg. Y hubo una buena noticia respecto a la zona euro: la confianza del inversor subió de los 10,6 hasta los 16,7 puntos en febrero, por encima de los 14 puntos que esperaban los analistas. La subida de las Bolsas durante las últimas semanas tiene mucho que ver. Porque, en general, los indicadores de renta variable europeos se encuentran en máximos desde septiembre de 2008. Un entorno en el que el Ibex es una gran excepción.
En Estados Unidos, sin demasiadas referencias macroeconómicas de importancia, los indicadores también comenzaban la jornada en positivo. Por cada valor que caía, había tres que subían. Los inversores se apoyan en los buenos resultados que están presentando las empresas: el 73% de las 294 compañías del S&P que han presentado resultados desde el 10 de enero han batido expectativas con sus cuentas, frente al 56% de Europa. Además, Wall Street se veía impulsada por las múltiples operaciones corporativas que se habían anunciado. Los inversores parecían haber olvidado el mediocre dato de empleo publicado el viernes.
Casi todos los valores en verde
En el selectivo español, pocos valores cerraron la sesión en rojo. Sacyr Vallehermoso fue el que más cayó, con un descenso del 2,21%. Posiblemente, los inversores aprovecharon las incertidumbres para hacer caja en el valor más rentable del Ibex. A continuación se situaron Enagás y Grifols, con pérdidas de alrededor de un 0,8%. Criteria, mientras, se dejó algo más de medio punto porcentual. Entre los bancos, sólo dos, Sabadell y Popular, quedaron finalmente del lado de los descensos, con pérdidas de un 0,38% y de un 0,11%, respectivamente. Amadeus, BME, Gamesa y ACS completaron la lista de valores en negativo.
En el otro lado de la tabla, se disparó Mapfre, con una revalorización del 4,85%, hasta los 2,70 euros. A continuación, Acciona, con un repunte de algo más de un 3%. Iberdrola Renovables, ArcelorMittal, Telecinco y Abertis ganaron más de un 2%.
Entre los bancos, el que mejor se comportó fue Bankinter, que subió un 1,87%, mientra que BBVA avanzó un 1,14% y Santander, un 0,37%, tras lanzar una oferta por el 100% del banco polaco Zachodni. Telefónica y Repsol también ganaron alrededor de un 0,30%.
Fuera del Ibex, el sector inmobiliario volvió a brillar, liderado por Quabit, que se disparó casi un 37%, con un volumen de negocio de 10,3 millones de euros. Fergo y Urbas ganaron algo más de un 20%, mientras que Colonial se apuntó un 12,20%, con 18,8 millones de euros negociados, una cantidad similar a la que movió, por ejemplo, Gamesa, un miembro del Ibex-35. En el otro lado de la tabla, La Seda de Barcelona y Befesa, que cayeron un 3,88% cada uno.
Aunque la situación en Egipto dista de haberse solucionado, la repercusión en el mercado de materias primas se ha congelado. El barril de Brent, de referencia en Europa, cotiza ya por debajo de los 100 dólares. En Estados Unidos, el barril de West Texas se cambia por 88,52 dólares.