Un Via-Crucis histórico
La hermandad de la Vera-Cruz prepara un acto piadoso con el que recordar la época de esplendor de la cofradía
JEREZ.Actualizado:Cuando el Consejo encargó a la hermandad de la Vera-Cruz el reto de representar al resto de cofradías en el Vía-Crucis de la Unión de Hermandades, sabía que apostaba a caballo ganador, porque si algo domina a la perfección la cofradía del Jueves Santo es la puesta en escena, la estética, ese canon romántico que ha hecho de la corporación de San Juan de los Caballeros una cofradía distinta, con peso indiscutible, original incluso en los pequeños detalles. Y la confirmación de estos hechos ha llegado con la determinación de la cofradía de huir de lo esperado, de renunciar a lo que todos consideran que es un acto piadoso anclado en unas normas estéticas que indicaban que el Señor de la Esperanza iría sobre los hombros de sus hermanos en una sencilla parihuela.
No será así, y si el Señor de las Tres Caídas estrenó el año pasado una parihuela que bien parecía un paso de salida en el mismo acto cultural del 2010, en esta ocasión la hermandad de la Vera-Cruz ha sorprendido a propios y a extraños al confirmar a sus hermanos que el Señor de la Esperanza irá erguido, tal y como ocurre cada Jueves Santo, renunciando por tanto a la posibilidad de contemplar la portentosa talla del crucificado a hombros de los devotos. Y además, la cofradía ha confirmado que no será portada por hombres, como era tradicional hasta ahora, sino en una carroza con ruedas que se está adaptando para la ocasión. Novedades de calado, que dejarán para el recuerdo una estampa diferente en un Vía-Crucis que marca el final de la legislatura de Muñoz Natera al frente del Consejo de cofradías.
Está previsto que la hermandad estrene para sus cultos cuaresmales una nueva cruz, que será la que se use de manera excepcional para este ejercicio piadoso, y que contendrá el Lignum Crucis, la reliquia de la verdadera cruz de Cristo que la hermandad posee en propiedad. Con esta decisión, la hermandad quiere dejar patente su disconformidad con el rechazo que sufre el crucifijo en los lugares públicos y en parte de la sociedad actual, en un gesto que ha sido recibido con sorpresa y alegría en Bertematti.
Para completar una estampa que seguro recordará la historia más esplendorosa de la cofradía, la corporación utilizará roquetes y sobrepellices para un cuerpo de acólitos que aumentará notablemente en número, y ha rogado a los hermanos riguroso traje negro para poder formar parte del cortejo de hermanos que acompañará al Señor de la Esperanza. La cofradía está ultimando el acompañamiento musical, que estará compuesto por la capilla musical y por piezas compuestas especialmente para la corporación.