Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
PAN Y CIRCO

DE LA CAVERNA AL ESTADIO

DANIEL ANELO MORENO
Actualizado:

Hablar de violencia en el fútbol, por desgracia, hace tiempo que ha dejado de ser noticia. Un síntoma inequívoco de que se ha convertido en algo que ya no asusta, que ya se acepta como una parte más del circo que rodea al espectáculo, y que incluso puede llegar a dar morbo o hacer gracia si se le consigue poner un disfraz inteligente. Por la labor que desempeño consumo a diario mucha, muchísima información deportiva, y una gran cantidad de la que me llega tiene que ver con este tipo de episodios que, entiendo, deberían ser completamente condenables.

Pero no lo son. Y hay muchos ejemplos recientes que así parecen confirmarlo. Lo más sonado ha sido el capítulo que se ha vivido en el duelo de semifinales de la Copa del Rey entre el Real Madrid y el Sevilla, en el que una desafiante campaña publicitaria de los hispalenses suscitó la polémica. La historia acabó con un botellazo a Iker Casillas en la cabeza por parte de un «estúpido» que bien podría haber causado una tragedia.

Y es que muchos de los que por desgracia ensucian el deporte rey parecen haber llegado directos desde la caverna hasta el estadio. Sentí indignación ayer cuando almorzaba con los 'Manolos' y pude ver para lo que ha quedado el pobre de Ronaldo. El mejor delantero de la historia, con dos lesiones de rodilla a sus espaldas, tiene que aguantar que unos descerebrados que dicen apoyar al Corinthians le destrocen el coche y lo tilden de 'gordo sin vergüenza' en unas pintadas que no tienen desperdicio. A continuación, siguiente reportaje y... 'galleta' de Chivu al bueno de Rossi durante el Inter-Bari del pasado jueves. El mejor ejemplo posible de que este virus está por todas partes.

Es algo que, desde luego a estos niveles, solamente pasa en el mundo del fútbol. Es raro ver a un tenista, atleta, nadador o jugador de balonmano protagonizar una trifulca de las tantas que acostumbramos a ver cuando hablamos de fútbol. Y eso se transmite al público que lo consume. Algo se está haciendo mal, y los culpables son los propios protagonistas.