Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizJerez
Jerez

EL MAGO DEL POLÍGONO

BANDEJA DE SALIDA
DANIEL GUTIÉRREZActualizado:

Hace mucho tiempo que Antonio Ramiro Pérez perdió la sonrisa que le acompañó en otros tiempos. Lo que más le gusta al sevillano es driblar rivales, marcar goles, sentirse útil allá donde esté... y parece que con Javi López esto ya no va a producirse. Antoñito, el Mago del Polígono que tantas alegrías dio a la afición azulina años atrás, volvió a quedase fuera de la convocatoria del Xerez para el partido de ayer ante el Barcelona B. Su cara al finalizar el entrenamiento del jueves lo decía todo. No está cómodo y la situación parece que tiene difícil retorno. Poco más de 300 minutos ligueros en sus botas, un gol y muchas sensaciones agridulces. Por eso Pablo ve «normal» que el técnico catalán se olvide de él. Es más, va un paso más allá. «Yo le hubiera rescindido su contrato y todos felices. ¿Cuántos balones ha tocado en cinco partidos?», se pregunta.

AntonSherry le da la vuelta a la tortilla y culpa al delantero de todo lo que está ocurriéndole. «Se ha olvidado hace mucho del Xerez, los pocos minutos que ha tenido, pues simplemente hay compañeros que lo pueden hacer mejor que él, y eso se ve. No digo que él no ponga voluntad, pero en esto del fútbol, a todo el mundo le llega su San Martín. Y habiendo gente que corra más y presionen mejor, es normal que prefiera utilizarlo solo para cuando no tenga más remedio. Y mucho me temo que ésta sea su última temporada aquí», advierte.

Porque Javi López ha sido muy criticado desde que llegó a Chapín por algunos resultados y por el estilo de juego empleado en determinados partidos, como ante el Elche, Granada, Alcorcón o Recreativo de Huelva, pero dejando fuera de la convocatoria a Antoñito parece que no encuentra, de momento, oposición alguna. «De las pocas cosas sensatas que ha hecho este entrenador, una es ésta, la de dejar a Antoñito en la grada. Cada vez que sale perdemos un jugador, ya que no toca bola», termina sentenciando Siempre Xerez. Pues mucho me temo que estamos cada vez más cerca de un divorcio futbolístico.