El 'día de furia' pone contra las cuerdas al presidente yemení
Decenas de miles de personas se manifiestan por todo el país árabe para exigir la dimisión de Saleh
MADRID.Actualizado:La respuesta multitudinaria que se temía ayer el presidente yemení Alí Abdalá Saleh a la convocatoria realizada para pedir su dimisión se concretó no solo en la capital sino en varias ciudades más. A pesar de que la movilización era pacífica, según miembros de la oposición la policía actuó con contundencia, sobre todo en Adén, donde lanzó gases lacrimógenos y efectuó disparos al aire. Afortunadamente no hubo víctimas mortales, aunque sí un herido y 27 arrestados.
El temido por el régimen 'día de la furia' congregó a unos 20.000 detractores del mandatario ante el campus de la Universidad de Saná, mientras decenas de miles más se manifestaron en otros puntos como Ib, Taiz, Adén, Radafán, Dalea y Damar. Fueron las mayores movilizaciones en Yemen en las últimas dos semanas.
Los participantes corearon eslóganes como «sacrificamos nuestra sangre, nos sacrificamos por Yemen», cantaron lemas contra la corrupción e instaron a la revolución. Además, expresaron su desconfianza en el discurso pronunciado el miércoles por Saleh en el Parlamento, en el que se comprometió a congelar las reformas constitucionales que quería efectuar para no limitar el número de mandatos. Los manifestantes de la oposición rechazaron esas promesas con lemas como «revolución, revolución», «discursos falsos» y «promesas falsificadas».
La jornada de protestas fue convocada por la plataforma Encuentro compartido, compuesta por las cinco principales formaciones de la oposición. Su portavoz, Abdelrahman Azraqi, acusó a Saleh de haber acabado con todos los recursos de Yemen en beneficio de un pequeño grupo. «Ha llevado al país a un abismo sin fondo. Se ha imaginado que el pueblo no es más que un rebaño y se ha apoderado del dinero y los empleos públicos, además de los recursos naturales como el petróleo y el gas», aseguró.
Reformas en Jordania
El rey Abdalá II de Jordania mantuvo ayer una inusual reunión con líderes de la oposición islámica y les aseguró su determinación para llevar a cabo reformas políticas y económicas «reales y globales». «El monarca dejó clara su visión sobre las reformas globales y para la modernización que deberían traducirse en pasos palpables que noten todos los jordanos», aseguró la casa real hachemita. El rey también se comprometió «a no echarse atrás por ninguna presión de las fuerzas que hasta ahora han bloqueado el proceso político».
Algunos de los dirigentes islámicos que se entrevistaron con el rey fueron el líder de los Hermanos Musulmanes jordanos, Hamman Saeed, y el secretario general del Frente de Acción Islámica (FAI), Hamzeh Mansur. Precisamente el FAI es el mayor partido del país.
Las protestas en Jordania acabaron el martes pasado con el Ejecutivo del primer ministro, Samir Rifai, que presentó su dimisión al rey Abdalá II, quien designó a su vez a otro antiguo jefe de gobierno, Maaruf Bajit, al frente del nuevo Gabinete. En la cita de ayer, Abdalá II intentó calmar a los dirigentes islámicos que han rechazado la elección de Bajit como nuevo primer ministro, ya que estuvo al frente del Gobierno durante las elecciones del 2009, que, según ellos, fueron amañadas.