La marcha del presidente de Navantia llena de dudas a la plantilla

Los cambios en la dirección de Navantia no han sentado nada bien a la plantilla de trabajadores de Cádiz. Su presidente, Aurelio Martínez, abandona la compañía para dirigir la salida a Bolsa del 30% de Loterías y Apuestas del Estado. El sustituto al frente de la constructora naval será Luis Cacho, hasta ahora mano derecha de Martínez en la dirección general de Coordinación y Relaciones Institucionales. Cacho asume el timón de Navantia como consejero delegado y, según ha podido saber este periódico, su gestión será continuista en la misma línea marcada por el propio Aurelio Martínez.

Este movimiento en la cúpula de la empresa ha cogido por sorpresa a los responsables sindicales de los astilleros gaditanos, que temen ahora un parón en las acciones emprendidas por el antiguo presidente tanto en el capítulo comercial como en el organizativo.

Navantia aborda un año crucial para captar nueva carga de trabajo. Los astilleros de la Bahía se encuentran al límite y solo el contrato de los cuatro barcos de Acción Marítima (BAM) para la Armada española ha servido para inyectar algo de oxígeno más allá de 2012. El presidente del comité de empresa en la Bahía, José Antonio Oliva, del sindicato CC OO, reconoce que la gestión de Martínez ha sido «impecable» y ha tenido un talante negociador y transparente. Lamenta, sin embargo, que «cuando una persona lo hace bien en su puesto, lo destinen a otro».

Las centrales sindicales señalan al respecto que el movimiento directivo genera ahora más inquietud si cabe y muestra la poca confianza que genera depender del Ministerio de Economía y Hacienda. Según el comité de empresa de Navantia en Cádiz, «el SEPI y el Ministerio, de los que depende la empresa, no desean la estabilidad de la empresa y tampoco quieren la tranquilidad para la plantilla».

Aurelio Martínez llegó a Navantia en julio de 2009 tras permanecer al frente del Instituto de Crédito Oficial (ICO) desde 2004. La gestión de Martínez desde su entrada en Navantia ha ido encaminada a fortalecer a la empresa en el exterior con el fin de captar nuevos pedidos. Así, en los últimos dos años Navantia ha presentado ofertas de construcción naval en 40 países y tiende a diversificar su producción con una apuesta en el sector eólico marino sobre construcción de las plataformas para la instalación de los molinos. No es el único campo. La compañía también se ha presentado al concurso público para la construcción de las esclusas en la obra de ampliación del Canal de Panamá.

El último acto que ha presidido Aurelio Martínez como máximo responsable de la compañía fue el pasado martes en el astillero de San Fernando, donde acudió a la entrega del tercer barco de vigilancia (BVL) al Gobierno de Venezuela.