Cuentas de la seguridad social
Actualizado:El deterioro de las cuentas de la Seguridad Social es patente. Según el balance provisional del 2.010, el superávit del pasado año fue de 2.384 millones de euros, menos de una sexta parte del producido en 2.008 que ascendió a 14.128 millones de euros. Los ingresos, fundamentalmente procedentes de las cotizaciones, han caído un 0'97 %. Se salvan del deterioro los ingresos patrimoniales. De esta partida despunta la rentabilidad de las inversiones, fruto de la alta remuneración conseguida por el Fondo de Reserva (la hucha de las pensiones), mayoritariamente invertido en Deuda Pública española, que han generado 2.600 millones de intereses. Sin esas ganancias, en el contexto actual de descalabro del empleo, la Seguridad Social estaría al borde del déficit. A su vez, han crecido los ingresos derivados de los recargos de las cuotas a las empresas morosas, como consecuencia de los procedimientos de apremio, ante los apuros que están pasando los empresarios.
En cuanto a los gastos, resalta la disminución en un 4'69% de los de incapacidad temporal. Disminución que no quiere decir que en este último año la salud laboral española haya mejorado sino que manifiesta el miedo de los trabajadores a perder su puesto de trabajo, ante las reducciones de plantillas generalizadas que se están produciendo en el mercado laboral. Prácticamente el resto de partidas se ha incrementado. Los pagos realizados por la Seguridad Social en 2.010 fueron 120.101 millones, con un crecimiento del 4'5%. El grueso del desembolso, 95.714 millones de euros se ha destinado al abono de las pensiones contributivas, y 2.199, al de las no contributivas, que se han acrecentado en un 6,38 y 18% respectivamente. Si tenemos en cuenta que el Fondo de Reserva para las pensiones es de 64.375 millones se deduce que con ese dinero tendríamos sólo un margen de unos 8 meses.
Ahora, aunque duela, no podemos incorporar más gastos. Así, ha sido suspendida por el Gobierno la ampliación del permiso de paternidad a 4 semanas aprobado tan alegremente por las Cortes en 2.009, en plena crisis, cuyo coste anual a la Seguridad Social era de 200 millones anuales y que iba a entrar en vigor el 1 de enero ¿Alguien se atrevería a retrasar la edad de jubilación por nuevas prestaciones?