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El portugués José Mourinho contempla la carrera entre Álvaro Negredo y Raúl Albiol en busca del esférico. :: EFE
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A la final por la vía del sufrimiento

El talento del germano Özil sirvió para fulminar las esperanzas de un buen Sevilla, que nunca tiró la toalla y complicó el pase merengue El Real Madrid elimina al Sevilla y luchará por lograr la Copa del Rey ante el Barcelona

L. V.
CÁDIZ.Actualizado:

Real Madrid y Barcelona volverán a verse las caras en una final de la Copa del Rey después de más de dos décadas. El conjunto blanco recogió el órdago mandado por el Barça, que derrotó con solvencia nuevamente al Almería, y eliminó al Sevilla, no sin apuros, para acceder a la esperada final.

El conjunto de José Mourinho salió a por todas en los primeros compases y estuvo a punto de inaugurar el marcador en el minuto cuatro. Sin embargo, el disparo de Ángel Di María fue repelido por el poste y Benzema, que recogió el rechace, fue incapaz de marcar a puerta vacía.

Dos minutos más tarde, Cristiano remató algo desviado una gran jugada madridista. Su compañero Benzema, pese al fallo en la jugada precedente, estaba entonado y el ataque blanco lo agradecía.

Pero la historia cambió. El Sevilla comenzó a dar guerra en el centro del campo y merodeó el área de Casillas. Primero con un gol de Negredo que fue anulado por Teixeira Vitienes. El colegiado cántabro decretó fuera de juego en una jugada bastante difícil de apreciar. Y después, con un centro de Jesús Navas que fue despejado en última instancia por albiol, justo cuando Kanouté estaba preparado para empalar el cuero.

También fue positivo para los hombres de Manzano el debut de Rakitic. El nuevo fichaje sevillista dotó al equipo de criterio, pero, aunque los andaluces estaban ahí, no contaban con grandes ocasiones de gol.

La última gran ocasión de la primera mitad estuvo en las botas de Cristiano Ronaldo, pero el lanzamiento del portugués, en posible fuera de juego, fue despejado por Javi Varas, sustituto de Palop en la noche de ayer.

Adebayor puso la guinda

A la vuelta de los vestuarios, el Real Madrid salió en busca de un gol que le diera mayor tranquilidad. Ahora bien, el Sevilla no se amilanaba y buscaba sus opciones en el Santiago Bernabéu.

Sea como fuere, las llegadas de uno y otro equipo no tenían demasiado peligro. De hecho, un lanzamiento alto de Arbeloa fue lo más noticioso en el primer cuarto de hora del segundo tiempo. Y es que, tuvo que ser Di María el que volvió a poner en apuros a Javi Varas, que despejó una clara ocasión del argentino en el minuto 67.

Fue entonces cuando Manzano buscó alternativas e introdujo en el rectángulo de juego a Luis Fabiano en lugar de Rakitic. El Sevilla iba a por todas, pero esa apuesta tan arriesgada hizo que el Madrid encontrara huecos a la contra. Y en una de esas acciones, Özil se plantó solo ante el cancerbero sevillista y, con una sangre fía impresionante, recortó a Javi Varas y mandó el esférico al fondo de las mallas. Por si fuera poco, Sergio Sánchez era expulsado poco después y Adebayor puso la puntilla en su estreno en el Santiago Bernabéu, que ya pensaba en el Barça.