El Gobierno se hace la foto con los sindicatos y la patronal para la puesta de largo de un «gran» acuerdo social
La Moncloa sirve de escenario solemne para la firma del pacto que reactiva el maltrecho diálogo social
MADRID Actualizado: GuardarTras semanas de negociación, La Moncloa ha acogido la "puesta de largo" del acuerdo social. El jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, acompañado del ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, había citado a los líderes sindicales Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, y al presidente de la CEOE, Juan Rosell, para suscribir el pacto. El Gobierno ha querido escenificar de forma solemne este acuerdo, el más importante desde los Pactos de La Moncloa de 1977, según ha afirmado el propio Zapatero.
Todos los firmantes han intervenido; el titular de Trabajo ha abierto el turno de palabra y lo ha cerrado el presidente del Gobierno. Uno y otro han coincido en que es "un gran acuerdo" que va a ayudar mucho a la confianza, al empleo y a superar "esta situación y volver a una etapa de prosperidad". Valeriano Gómez ha calificado de "éxito colectivo" el pacto, que "no sólo es un gran acuerdo, sino que es un buen acuerdo" porque retoma el diálogo social y dará confianza a la economía. El ministro ha aprovechado para agradecer el "gran sentido de la responsabilidad" y la "visión de Estado" de los interlocutores sociales. Según Gómez, tanto los sindicatos como los empresarios han demostrado una gran capacidad para abordar con seriedad cuestiones complejas y sensibles y para abordar reformas que "no siempre son fáciles de entender y explicar a los ciudadanos". Y ha puntualizado que la "solución colectiva y cohesionada" es la fórmula más eficaz para garantizar el progreso de una sociedad.
Al final del acto, Zapatero ha asegurado que los "mejores resultados se obtienen cuando se trabaja en equipo". También ha presentado el acuerdo como un nuevo paso para la recuperación económica y la creación de empleo. Como su ministro, el jefe del Ejecutivo ha valorado el espíritu constructivo y la buena voluntad de todas las partes tras momentos que parecían "insuperables" y días intensos de negociación, y ha dado su "más sincero agradecimiento" a sindicatos y empresarios por la altura de miras que han tenido. "Quedará como una de vuestras mejores páginas", apuntaba, tras añadir que "ni un sólo día" dudó de que los pactos sociales debían recuperarse lo antes posible.
Una "oportunidad" contra la crisis
Los secretarios generales de UGT, Cándido Méndez, y de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, han presentado el pacto económico y social como una oportunidad para combatir la crisis económica y para recuperar la confianza. Méndez ha sido tajante al asegurar que este acuerdo es un "remedio eficaz" para combatir la crisis económica, social y de confianza que atraviesa España, y y ha asegurado que además aporta legitimidad a los interlocutores y a los partidos políticos para levantar la economía. "Es una ventana de oportunidad para combatir la crisis y generar empleo y la UGT no desperdiciará esta oportunidad", aseveraba.
Desde Comisiones, Toxo ha apuntado que el esfuerzo por cerrar el pacto "ha merecido la pena" y que no se trata de un "envoltorio" al acuerdo de pensiones, sino que todos sus contenidos tienen significación propia. El dirigente sindical ha resaltado que la vía del consenso haya evitado un nuevo enfrentamiento, tras el conflicto que generó la huelga general del 29 de septiembre, y ha destacado que las partes han demostrado capacidad para salir de la situación de crisis. "Preserva el sistema público y los derechos de las personas, y particularmente los de las personas que se han incorporado recientemente al mercado de trabajo".
El presidente de la CEOE, Juan Rosell, ha agradecido a todos los negociadores el haber alcanzado un acuerdo cuyo punto culminante ha sido la reforma de las pensiones, porque no se trata sólo de "un titular", sino que tiene "contenido". Rosell ha subrayado que "hay compromiso" para los pensionistas actuales, los que están en el mercado laboral y para que los jóvenes tengan futuro. "Pragmáticamente hemos hecho lo que hemos podido", señalaba, antes de apuntar que todos han puesto las bases para las modificaciones que sean necesarias en el futuro. El presidente de Cepyme, Jesús Terciado, ha afirmado que la firma genera un mejor clima de confianza en los mercados aunque "no es suficiente" para resolver los problemas de España y "especialmente" de las pymes.
Se abre un nuevo panorama
El acuerdo tiene como eje la reforma del sistema de pensiones, incluye los principios básicos de la negociación colectiva y de las políticas activas de empleo, y medidas vinculadas a la política industrial, energética y de investigación y desarrollo. Desde el Ejecutivo se han encargado de destacar la implicación personal del presidente del Gobierno en las negociaciones desde que el 19 de diciembre también citara a Toxo y a Méndez en La Moncloa para impulsar el acuerdo. Volvieron a reunirse el lunes 26 de enero y tres días después se cerró un preacuerdo, que situó la edad de jubilación en los 67 años e incluyó la posibilidad de retirarse con 65 y cobrar el cien por cien de la pensión si se han cotizado 38,5 años, frente a los 35 actuales.
El Gobierno ha puesto de manifiesto el nuevo panorama que abre el pacto social y económico, para el que esperan encontrar un amplio consenso en el Parlamento. Cuando el 12 de mayo del año pasado Zapatero anunció en el Congreso el grueso de las medidas diseñadas para recortar el gasto, con un inesperado recorte del sueldo de los funcionarios y la congelación de las pensiones contributivas, no encontró ningún respaldo en el hemiciclo. De hecho, el 27 de mayo logró sacar adelante el decreto ley que recogía estas medidas con el único apoyo del grupo socialista, la abstención de CiU, UPN y Coalición Canaria, y el rechazo del resto de los grupos. Tras largas negociaciones, el Gobierno consiguió en diciembre el respaldo del PNV y de CC a los Presupuestos Generales del Estado para 2011 y ahora, un mes después, espera que prácticamente todo el hemiciclo apoye el nuevo pacto social y económico.
Las críticas al proyecto de reforma de las pensiones han partido principalmente de IU, ICV, ERC y BNG, aunque, tras el acuerdo con los agentes sociales, ninguna de estas formaciones ha desvelado cuál será el sentido de su voto.