Los consejeros de Presidencia y Medio Ambiente, Mar Moreno y José Juan Díaz Trillo : Julio Muñoz. Efe
ANDALUCÍA

El PSOE trata de presentar a Arenas como un dirigente muy de derechas

Mar Moreno acusa al líder de la oposición de ocultar que pretende privatizar las empresas públicas si gobierna en Andalucía

SEVILLA. Actualizado: Guardar
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El Gobierno andaluz y el PSOE afilan sus críticas al principal líder de la oposición, Javier Arenas, al que Mar Moreno situó ayer en posiciones muy conservadoras. «Intenta camuflarse de moderado y de centro, pero sus jefes y compañeros de partido le sitúan donde está, muy a la derecha», manifestó la portavoz del Ejecutivo a los periodistas tras el Consejo de Gobierno.

Moreno, lo mismo que otros dirigentes socialistas, han intensificado las menciones al líder del PP andaluz alineándolas con opiniones de dirigentes de su partido que tachan de «involucionistas», como las críticas de Aznar al Estado de las autonomías, o las promesas de Rajoy de dar «marcha atrás» a la actual ley del aborto o a la de las bodas de homosexuales. El PSOE quiere hacer ver que Arenas no es ajeno a estas ideas de tinte conservador, pues quienes las defienden son sus jefes políticos. Una estrategia que coincide con la publicación reiterada de encuestas que dan la victoria a los populares en las autonómicas andaluzas. Puede decirse que el PSOE intenta contraatacar en donde más le puede doler al líder popular, en su flanco más derecho.

Mar Moreno colocó a Javier Arenas en este segmento ideológico nada más ser preguntada sobre la dificultad de consenso en la ley del sector público. La portavoz de la Junta dijo que había sido «muy esclarecedor» conocer que Rajoy propone la privatización de la mayoría de las empresas públicas. Moreno manifestó que estas declaraciones han destapado las verdaderas intenciones que Arenas «esconde» tras su petición de derogación del decreto de reordenación del sector público y sus acusaciones de «enchufismo».

Coraje político

Moreno acusó a Arenas de no tener «coraje político» suficiente para incluir el cierre de las empresas públicas en las enmiendas a la ley. «Rajoy le ha enmendado la plana clarísimamente. Arenas debería decirlo con la misma claridad porque no quieren reformar el sector público, quieren adelgazar, cerrar y eliminar buena parte del sector público andaluz», dijo Moreno. La consejera remachó: «Rajoy le ha sacado los colores azules, los de la derecha».

En esta estrategia ha cobrado relieve esta semana el debate sobre si es necesaria o no una reforma del Estado de las autonomías y si este modelo político supone una rémora al país para salir de la crisis. Una polémica que ha derivado en la necesidad de poner techo al gasto autonómico, algo en lo que Zapatero y Rajoy coinciden aunque con diferencias en la forma.

En Andalucía, Arenas habla de una «revisión», aunque sin concretar mucho, mientras que Griñán defiende la coordinación entre comunidades para evitar duplicidades administrativas y acordar topes al gasto, pero sin tocar el marco competencial autonómico.

Los socialistas andaluces intuyen en las frases del PP una vuelta al centralismo político y la intención de adelgazar el poder autonómico. Basan esta teoría en las declaraciones de Aznar. Aunque el ex presidente ha moderado su opinión y ya no habla de que el sistema autonómico es «inviable» económicamente, sus declaraciones del lunes siguen cuestionando el actual modelo. En este sentido, advirtió de que el país no puede soportar a 17 comunidades aspirando a convertirse en miniestados.

Como vacuna contra lo que tildan de corriente centralista, los socialistas andaluces han salido en tromba a defender la autonomía. Si el lunes fue su presidenta, Rosa Torres, la que dijo que su partido «es el dique robusto que va a frenar los ataques del PP al Estado autonómico», ayer el portavoz parlamentario, Mario Jiménez, aireó el fantasma del centralismo «tardofranquista» para acusar a Arenas de posar «de rodillas» ante Aznar.

Soflamas centralistas

Mar Moreno, por su parte, alertó de las «soflamas centralistas» que aprovechan la crisis para dar marcha atrás a las conquistas autonómicas. También advirtió de que la Junta no permitirá que Andalucía dé pasos atrás en su autonomía por «caprichos centralistas» del PP. Moreno enfatizó que los años de la autonomía «han sido los mejores de Andalucía». La portavoz eludió como pudo las críticas de José Bono al 'café para todos', recordando que fue Andalucía la que con su 28-F propició los mismos derechos para todas las regiones.

En este debate irrumpió ayer de nuevo la defensa del PP de unas elecciones separadas al conocerse que Griñán planea convocar las autonómicas en la primera semana de marzo de 2012, lo mismo que Zapatero las generales. «Tenemos el mismo derecho que Cataluña, País Vasco y Galicia a tener elecciones separados», señaló Arenas, quien reiteró que cuando gobierne remitirá una ley al Parlamento que garantice los comicios separados, según recoge Efe. Una propuesta que chirría un poco con la que hace de revisar el Estado autonómico para gastar menos.