VAYA SEMANITA

La semana ha sido lamentable para los cadistas. Empezó con un empate en casa del líder, que se vendió como si ganáramos la Champions. Siguió con los comentarios de los fanáticos irracionales y jugadores irrealistas de que todavía se podía luchar por la primera plaza. Continuó con el esperpento de la petición de carta de libertad de Álvaro Campos porque piensa que la afición no le quiere y que se le ha hecho la cama. También se añadió la denuncia de los administradores concursales contra el Almería y el Cádiz por el traspado de Chico al Genoa. Para más inri, se oyeron declaraciones de algún jugador afirmando que el club le debe la nómina del mes pasado (¿qué concurso de acreedores tenemos?). Llegaron los refuerzos del mercado de invierno consistentes en un jugador en paro y otro de un equipo de Tercera para el filial. Posteriormente se le comunica a Diego Reyes que no se cuenta con él, y éste, desde el dolor, raja contra todo lo que se mueve. El viernes, en la rueda de prensa prepartido se habla más de los temas extradeportivos que del partido contra el Almería B. Y llega el sábado, y el Cádiz se marca un partido lamentable contra uno de los equipos más flojos del grupo. Me extrañó que el entrenador no dijera en rueda de prensa que sintió vergüenza por el partido, porque yo sí la sentí. Que pena. Yo fui crítico con Vidakovic, y creo que con Jose estamos yendo a peor. El equipo no juega a nada. Perdón, fuera de casa a meter un gol y encerrarnos. Pero en casa, nada de nada. No se toca la pelota, no se abre el campo, no se echa garra. Un equipo totalmente plano. Se queja el entrenador de que no se aprovechan las jugadas a balón parado, yo iría un poco más lejos, no se pueden aprovechar porque no hay nadie que pegue un centro en condiciones. Hay que espabilar, empezando por el entrenador que como siga así va a hacer bueno a Vidakovic. Hay que ser más osado y menos amarrategui, sobre todo en casa. Y como dice Pachón, con marejadilla en el vestuario. Qué miedo y qué pena de Cádiz CF.