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El español Rodrigo Pérez. / Aura Zavala
tensión en egipto

«Proteger vuestro país, vuestra propiedad y vuestra dignidad»

Un madrileño que reside en El Cairo nos cuenta su experiencia en una ciudad sacudida por las violentas revueltas

GLORIA SALGADO
MADRIDActualizado:

"Proteger vuestro país, vuestra propiedad y vuestra dignidad", incitaba la televisión pública de Egipto hace tres días. Dicho y hecho. Neumáticos ardiendo, cabinas de teléfono, farolas y árboles arrancados cortan el paso en la mayoría de las calles de El Cairo, tomadas por patrullas vecinales que intentan evitar que desconocidos armados accedan a sus barrios. "El domingo presencié cómo un hombre de mediada edad recibía una paliza por no permitir que el maletero de su coche fuese registrado", lamenta Rodrigo Pérez, un joven madrileño que lleva poco más de un año residiendo en la capital egipcia.

El desconcierto y el pánico que provocan los rumores y la falta de información desencadenan situaciones muy incómodas. "Hay muchos ciudadanos que pasean provistos de bates de béisbol, cuchillos e incluso armas automáticas. Todo vale para defenderse porque no sabes qué vas a encontrar en la siguiente manzana. Las horas de oración las aprovechan para dar consejos a la población de autodefensa", sostiene con resignación el español. Pérez vive en el barrio de Maadi, una zona frecuentada por extranjeros cercana a la cárcel de Tura, una de las prisiones de donde se escaparon multitud de reos el día 29. "Se escucharon tiros desde la mañana hasta la noche, aunque ahora ya está controlada por los militares", asegura.

Precisamente ese día, el sábado, ha sido el más duro de las revueltas hasta el momento. "Cuando el Ejército se desplegó, la Policía desapareció literalmente de las calles, momento en el que comenzaron los saqueos". Sin embargo, el joven insiste en que mucha información es falsa. "Nos dijeron que la calle Nueve -una zona comercial- estaba arrasada tras los disturbios, pero he pasado por allí esta mañana y las tiendas estaban abiertas, la gente comprando en el supermercado, intentado normalizar la situación", apostilla. Eso sí, el paisaje ha cambiado mucho, las calles están llenas de tanques y hay muchos camiones y coches de Policía quemados.

Respecto al trato de la Embajada española, asegura que mantienen el contacto constantemente para comprobar su situación, aunque no le han aclarado qué va a ocurrir. "Sigo con la misma confusión, no hay internet para poder comprar billetes de avión y no sé si lograré llegar hasta el aeropuerto para poder salir del país". La legación le informó de una reunión que se iba a producir con el vicepresidente Suleimán, tras la que decidirián si evacuarían a los diplomáticos y a los civiles mañana, miércoles.