Cuenta atrás para que Pimentel ponga paz en la guerra entre Aena y los controladores
MADRID.Actualizado:El exministro de Trabajo Manuel Pimentel tiene frente a sí la ardua tarea de poner paz en los aeropuertos españoles antes de que acabe febrero. Ayer concluyó, sin éxito como era previsible, el plazo de negociación bilateral entre Aena y el sindicato de controladores aéreos (USCA), que dejaron abiertos asuntos esenciales. Será sobre esos temas sobre los que Pimentel deba fijar las directrices del II Convenio Colectivo de los vigilantes del aire.
Ni la empresa pública ni USCA desvelaron el estadio de la negociación, aunque fuentes próximas a ambas partes aseguran que Pimentel tendrá trabajo de sobra, pues la mesa de negociación no ha sido capaz de fijar asuntos tan espinosos como los salarios o la jornada laboral. Apartados responsables en gran parte del levantamiento de los controladores y que derivó en un caos total en los aeropuertos el pasado 3 de diciembre. Algo a lo que el Gobierno reaccionó decretando la militarización de los servicios de control aéreo.
Manuel Pimentel, al que unos y otros reciben con confianza, debe cerrar la 'guerra' para siempre. La seguridad del tráfico aéreo no puede permitirse que las heridas queden abiertas. Para desarrollar su tarea, que concluirá en un laudo no recurrible y de obligado cumplimiento para todos, tendrá a su disposición a todos los expertos que necesite.
Como 'ayudantes' contará por parte de Aena con Juan Chozas, abogado de la empresa pública y que, en su día, formó parte de su gabinete al frente de Trabajo. USCA no ha desvelado quien le representará en ese terceto de 'hombres buenos', aunque es probable que elija a diferentes personas en función de los asuntos que se debatan cada día. Cuando llegue el laudo se pondrá fin a un enfrentamiento que ha causado decenas de miles de damnificados en el último año, víctimas de plantes los controladores.