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La circulación es pesada en muchos momentos del día. :: J. M. A.
Chiclana

Menos coches, más dinero

La ciudad recauda 4,7 millones de impuesto de circulación; La crisis ha reducido a la mitad la matriculación en los tres últimos años, aunque el parque móvil chiclanero supera ya los 50.000 vehículos

JESÚS ARAGÓN
Chiclana Actualizado:

En familias de cuatro o cinco miembros donde hasta hace unos años solo había un coche ahora hay cuatro o cinco turismos. Esa circunstancia, que ha llevado a la localidad a superar los 50.000 vehículos en el padrón del Impuesto de Tracción Mecánica, ha hecho que en la última década Chiclana siempre haya figurado en las estadísticas como una de las más caras al respecto.

Y es que pagar el conocido impuesto de circulación en el término municipal chiclanero es hacerlo en el segundo municipio más costoso de toda la provincia de Cádiz, solo a la par de ciudades de mayor población como El Puerto de Santa María o la propia capital.

Con una media que rozó los 180 euros en 2009, el Ayuntamiento puso al cobro en el último ejercicio en referencia al IVTM un total de 4,75 millones de euros, de los cuales a fecha 31 de diciembre pasado se habían liquidado casi el 99%, es decir, unos 4,73 millones netos.

Menos matriculaciones

Ambos datos son bastante significativos, y dan paso a una tercera cifra, que demuestra que la ciudad también sufre los efectos de la crisis. Así, en Chiclana en los últimos tres años se han matriculado casi un 50% menos de vehículos de primera mano. De los 3.909 automóviles, camiones y motocicletas nuevas registradas en 2006 se ha pasado en 2009 a apenas 1.704, la mayoría de ellos, eso sí, automóviles.

Curiosamente, ese descenso no ha venido a aliviar en parte un territorio atestado de coches, que viene sufriendo como nadie los rigores de la circulación en horas punta en determinadas zonas.

Para poner orden en el caos, se ha impulsado la construcción de una red de aparcamientos subterráneos, que están funcionando con resultados desiguales, y se apuesta por el tranvía metropolitano.

Además, y en pleno proceso de peatonalización del centro, el Consistorio se ha propuesto hacer desaparecer los coches de algunas calles. El cierre al tráfico de la calle La Plaza, por ejemplo, no termina de convencer. Algunos comerciantes se quejan de que «hay demasiadas horas muertas» en las que los turismos podrían pasar.

Para paliar los problemas que se ocasiona a los residentes, la administración ha puesto en marcha un ambicioso programa de aparcamiento de pago (zona azul), y habilitado tarjetas de paso exclusivas para vecinos y afectados. Hace apenas unos días se han comenzado a entregar estas tarjetas que les permiten usar su coche sin restricciones.