LA CIUDAD DE CIUDADES
Actualizado: GuardarSigo con mucha expectación, cierto asombro y bastante canguelo, la sarta de declaraciones, presentaciones, anuncios, ruedas de prensa, visitas de medio pelo y demás que se están produciendo en nuestra ciudad, propiciadas básicamente por su gobierno municipal, y en especial por la propia alcaldesa. De hecho, habrán observado la paulatina desaparición de concejales, directores y otros altos cargos, al punto de que algún mal pensado podría llegar a pensar que lo que ocurre es que, en realidad, están escurriendo el bulto.
Lo curioso de la historia es que el motivo de todas y cada una de tales convocatorias, es el de presentar una nueva ciudad que se va a construir o poner en marcha en Jerez, prácticamente de forma inmediata. Por ello, salvo que alguien lo arregle, pronto Jerez pasará a convertirse en la ciudad de ciudades y, mucho me temo, llegará el día en que desaparecerán nuestros tradicionales cascos bodegueros, desaparecerá todo lo que es esencia del Jerez que hemos conocido y, con tantas ciudades en la ciudad, a Jerez no la conocerá ni la madre que la parió. Por un lado tenemos la Ciudad de los Niños y de las Niñas (políticamente correcta, como no podía ser de otra forma), cuya apertura se anuncia para el próximo mes de abril. Le sigue la Ciudad de la Justicia en unos terrenos actualmente ocupados por un enorme silo de trigo (ya veremos cuánto vale derribarlo) que incluso fue objeto de visita el pasado martes por el Consejero del ramo. Por ahí sigue pendiente la Ciudad del Flamenco la cual, desde mi punto de vista, sigue siendo un solar para aparcar coches por mucho presupuesto que se nos dice que se ha invertido. No conviene olvidar la reciente presentación de la Ciudad Deportiva, que parece va a pagar una Diputación ignorante de su existencia. Incluso, rebuscando por los mundos de Dios, existe algo llamado 'Jerez, Ciudad Educadora', a la que la propia alcaldesa en noviembre de 2007 dedicaba un amplio estudio que aún pueden consultar por internet. Y seguro que recordarán aquella Ciudad del Automóvil, también llamada Kinética, que se presentó hace ya casi tres años, y que nos prometía 800 nuevos empleos, así como extraordinarias instalaciones sobre una parcela de 200.000 metros cuadrados.
En resumen, toda una serie de proyectos, en su mayoría imposibles, nacidos de alguna mente calenturienta que cree poder consolar al ciudadano con hitos importantes en una ciudad donde falta lo básico. Faltaría una Ciudad del Empleo, una Ciudad de la Industria, otra Ciudad de la Gente Educada, quizás la Ciudad de Políticos Honestos y, por qué no, una Ciudad de Servicios Públicos decentes, pues los que tiene Jerez son impropios de los de una ciudad que se acerca a los 210.000 vecinos.
Y ¿por qué ocurre todo esto? Pues miren por dónde, en un correo electrónico que recibo, creo haber encontrado la solución: Avram Noam Chomsky, lingüista, filósofo y activista norteamericano, ha elaborado las diez estrategias de manipulación mediática, social y económica. La primera de ellas dice textualmente que: «El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción, que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las élites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones sin importancia. Mantener la atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al publico ocupado, sin ningún tiempo para pensar».
En otras palabras y para que todos nos entendamos, los políticos nos dan continuos asuntos e informaciones que carecen de importancia: hoy una Ciudad del Flamenco, mañana otra Deportiva, y cuando todo se va olvidando, una más dedicada a la infancia. De ese modo, dice el señor Chomsky, los ciudadanos nos sentimos ocupados por temas sin importancia, y ello nos impide tener tiempo para pensar en los problemas reales.
Si trasladamos esta teoría a la esfera de Jerez, podrán constatar cómo es seguida al pie de la letra desde el gobierno local. El jerezano está pendiente de absolutas tonterías, la mayoría de ellas proyectos imposibles. Con ello no se busca otra cosa más que olvidemos que la ciudad está sumida en el más profundo de los boquetes.
¡Menos mal que, al fin, me he dado cuenta!...