Gaza vive con preocupación el cierre de su frontera con Egipto
La creciente tensión que se vive en las calles egipcias obliga a clausurar hasta nuevo aviso el paso fronterizo de Rafah, abierto de manera permanente en junio
GAZA Actualizado: GuardarLa población de la franja de Gaza se ha vuelto a quedar enclavada y sin salida al exterior tras el cierre de su frontera con Egipto por las protestas populares en el país vecino, que mantienen en vilo a toda la región. A raíz de la creciente tensión que se vive en las calles egipcias, El Cairo ha decidido clausurar hasta nuevo aviso el paso fronterizo de Rafah, en el sur de la franja palestina y única ventana al mundo que tenían los habitantes de Gaza.
Funcionarios del Gobierno del movimiento islamista Hamás, que controla este territorio desde junio de 2007, dijeron que fueron oficialmente informados por las fuerzas de seguridad egipcias de que el cruce fronterizo había sido cerrado. "Hemos estado en contacto con responsables de los organismos egipcios y nos han informado de que el cruce no será abierto este domingo y permanecerá cerrado por varios días", ha indicado Ghazi Hamad, responsable de fronteras en Gaza.
Egipto abrió de forma permanente su frontera con Gaza el pasado mes de junio después de tres años de bloqueo, tras producirse el asalto naval israelí a la Flotilla de la Libertad, que iba cargada con ayuda humanitaria con destino a la franja y cuyo abordaje se saldó con la muerte de nueve activistas turcos. Hamad exhortó a El Cairo a "sopesar de forma razonable el mantener cerrada la frontera, pues su clausura podría perjudicar seriamente a la población de Gaza, principalmente a pacientes que requieren tratamiento médico en el exterior". No obstante, las autoridades egipcias han optado por blindar su frontera con Gaza, tras las protestas populares que se han extendido por todo el país desde el martes, y dejado más de un centenar de fallecidos, miles de detenidos y cuantiosos daños materiales.
El Ejecutivo de Hamás ha desplegado a sus fuerzas de seguridad a lo largo de los ocho kilómetros de la línea divisoria con Egipto y ordenado clausurar todos lo túneles de contrabando que unen ambos territorios, de acuerdo a fuentes de la franja. A lo largo de la jornada se han podido observar diferentes colas de vehículos a la entrada de varias gasolineras en Gaza, un signo más de preocupación ante la posible escasez de combustible.
Presos que escapan
A esto se suman las informaciones según testigos de que Hasan Weshah, un palestino del campo de refugiados de Al-Bureij, en el norte de Gaza, logró escapar de la prisión egipcia en la que se encontraba y regresar a su hogar el sábado. Hamás niega por su parte, informaciones que apuntaban a que al menos ocho palestinos encarcelados en Egipto habían huido y retornado a Gaza. Desde que se inició la revuelta popular en Egipto, el Gobierno del movimiento islamista ha sido muy cauto en emitir una reacción oficial a la situación en el país vecino, habitual mediador entre las facciones palestinas.
"Todo lo que esperamos es ver que la calma y la estabilidad regresan a Egipto, y que el pueblo egipcio elige a sus representantes libre y democráticamente", subrayó Salah al-Bardawil, destacado dirigente de Hamás en un comunicado. En los últimos días la población de este enclave, de cuarenta kilómetros de largo por diez de ancho y donde reside millón y medio de personas, ha seguido muy de cerca los acontecimientos en Egipto a través de las cadenas de televisión árabes vía satélite.
Mohamed al-Shawa, vecino de Gaza, resume que en cuanto se supo del alzamiento popular cairota, la población de la franja en seguida mostró preocupación porque pudiera tener repercusiones en este territorio palestinos. "Dependemos de Egipto para tantas cosas, Egipto siempre ha sido nuestra puerta al mundo exterior", sentencia al-Shawa, quien no oculta su temor ante la posibilidad de que pueda provocar la escasez de alimentos o combustible. Otro joven palestino, Ahmed Abu Sido opina que todo pueblo tiene derecho a cambiar a sus dirigentes y buscar un futuro mejor a su situación económica y de desempleo. "Si el régimen de Egipto cae, creo que todos los regímenes árabes le seguirán. Eso es lo que Israel y EEUU quieren, a fin de aumentar sus intereses en el mundo árabe", concluye.