El miedo y la incredulidad se apoderaron del vecindario

Pánico, sorpresa y estupor fueron las sensaciones que vivieron ayer los vecinos y comerciantes de esta zona de Vistahermosa, que se caracteriza por una habitual tranquilidadad, sobre todo durante los meses de invierno. Una calma que se rompió pasadas las once de la mañana, cuando la avenida Juan Melgarejo comenzó a llenarse de coches de policía y la ambulancia para asistir a los heridos. Sólo entonces los aledaños de la tienda de Joaquín Amaya se colmaron de curiosos. «Más que miedo, hemos pasado una gran impresión porque no teníamos ni idea de lo que estaba pasando ahí dentro. Podría haber muerto alguien».

«Uno nunca piensa que algo así puede pasar aquí. Son cosas que ves en la tele y ya está». Josefina y Lucía, dos vecinas, aseguraron que en esta zona de la exclusiva urbanización, que es la más cercana a la carretera que conduce hacia el centro de El Puerto, no recuerdan hechos similares. «Nos sentimos muy seguras, pero después de esto... cualquiera sabe».

Solidaridad

En otros comercios, como la baguetería La Perla y el bar Vistahermosa, permanecieron ajenos a todo. «Sólo nos hemos enterado después cuando ya había pasado». En lo que sí coincidieron todos fue en la solidaridad con Joaquín Amaya y su familia, que llevan no pocos años regentando esta tienda de tejidos que ayer vivió su episodio más amargo. Por la tarde varios clientes acudieron al negocio, pero se lo encontraron cerrado.