Ha nacido una estrella

La nueva estrella de Hollywood aún no tiene página propia en la Wikipedia. Ni siquiera cuenta con nombre oficial... ni en inglés ni en español. Solo se sabe que es un niño y que nació el pasado sábado en una exclusiva clínica de Los Ángeles, donde le colman de ‘glamourosos’ cuidados a razón de una media de 2.200 euros diarios. Su currículum apenas llena una línea, pero esas pocas palabras lo dicen todo: sus apellidos son Bardem Cruz. La mejor tarjeta de presentación hoy en día para codearse y añadir su nombre –cuando lo tenga– a la lista de ‘celebrities’ internacionales. Y como tal, sus apariciones ya se cotizan al alza. Su primera foto en exclusiva con sus oscarizados padres podría alcanzar la friolera de más de 300.000 euros, una cifra que cobra mayor relieve si se compara con la de la nueva nariz de Belén Esteban: 75.000 euros. La llegada del pequeño Bardem –o más bien Encinas, que es en realidad el apellido paterno– ensombrecería a la principal ‘exclusiva’ de la temporada pasada: la imágenes de Sara Carbonero en biquini pasando sus románticas vacaciones con Iker Casillas tras el Mundial de Sudáfrica. Por esas fotos se pagó un cheque de casi 200.000 euros.

La noticia del célebre alumbramiento hollywoodiense ha dado la vuelta al mundo y del pequeño ya se habla en todos los idiomas. Por eso la instantánea del bebé y sus primerizos padres se cotiza con tantos ceros. Otra cosa es que al final se les vea el pelo... a los tres juntos. El celo con el que Penélope Cruz y Javier Bardem llevan su vida privada hace que ganen las apuestas de que del niño no se verá ni el capazo durante los próximos días. Hay que tener en cuenta que de su boda secreta el pasado mes de julio en las Bahamas no hay ni una triste imagen. Solo trascendió un simple boceto del vestido de la novia.

Aun así, el paparazzi y colaborador televisivo Diego Arrabal no descarta que la mediática pareja distribuya una foto oficial o que incluso pose frente a la legión de cámaras que han tomado los alrededores del Cedars Sinai de Beverly Hills «para así intentar evitar la presión que van a sufrir estas semanas», como hicieron hace unos días Orlando Bloom y Miranda Kerr. No en vano, Los Ángeles lidera el ranking de ciudades con más paparazzis por metro cuadrado, a los que se han unido algunos españoles a la captura de la nueva ‘celebrity’. O Pe y Bardem se encierran a cal y canto en alguna de sus casas o no van a poder dar ni un paso por más que en Estados Unidos esté prohibido el acoso y seguimiento a los famosos. «Con ellos nunca se sabe porque son muy atípicos, pero conociéndolos van a poner todos los impedimentos para que su hijo salga en la prensa», adelanta un fotógrafo colaborador de la agencia Europa Press que hace años pilló a la actriz contoneándose por la Costa del Sol y que prefiere mantenerse en el anonimato.

Mutismo absoluto

El secretismo en torno al bebé es absoluto. Por no haber, ni ha habido comunicado oficial, el medio habitual de la pareja para dar a conocer sus buenas nuevas. La única que ha hablado ha sido la abuela, Pilar Bardem, pero para no decir nada: «¿Han dicho algo los padres? Pues entonces yo no te puedo decir nada». Y punto. La revista ‘Hola’ ha sido la única en adelantar algunos detalles del niño e incluso de sus primeras visitas, entre ellas la del actor Álex González, el que fuera amor de Chenoa y que ahora ocupa el corazón de la recién estrenada tía Mónica Cruz. Dos exclusivas por una.

También aparece Javier Bardem, con una sonrisa de oreja a oreja, a las puertas del hospital. No le habrá hecho ni pizca de gracia: en alguna ocasión ya ha dejado caer que no quieren convertirse en los nuevos ‘Brangelina’, por más que en EEUU se le suelte la lengua hablando de su vida personal, territorio más que vedado en España. Pero ni por esas va a poder restarle interés al recién nacido. Sobre todo en nuestro país, donde la pareja se encuentra entre los más seguidos por el mundo del cuore. «Este niño es carne de cañón por los padres que tiene y siempre va a interesar. Se le va a seguir en todos sus grandes momentos: sus primeros pasos, sus cumpleaños, si va a los rodajes, si hace la comunión, dónde estudiará, sus amistades...», apunta Arrabal. Otro gallo cantaría si los padres optasen por no preservarlo tanto y llevar una vida familiar de lo más ‘normal’, como le ocurre a otros pequeños de su ‘talla’ mediática como Suri Cruise o como en su momento pasó en España con Stella del Carmen, la hija de Antonio Banderas y Melanie Griffith. «Al final el niño iría perdiendo interés, pero no creo que se decanten por esta opción», resalta el colaborador de Europa Press.

Tarde o temprano habrá alguna instantánea, pero, salvo familiares y amigos, el resto de los mortales no le podrá sacar ningún parecido... salvo que Pe y Bardem autoricen directamente que aparezca su cara. Algo impensable repasando la trayectoria de la pareja desde que empezaron a salir en 2007. Además, en EEUU la ley de protección del menor es similar a la española. Otra cosa es que los medios del otro lado del charco se la salten con bastante facilidad, sobre todo porque a muchos famosos no les importa que sus vástagos acaparen portadas.

Por lo pronto, el pequeño Bardem Cruz ha empezado con buen pie su carrera en el ‘star system’, ya que, además, ha llegado con un pan debajo del brazo: la tercera nominación de su padre a los Oscar. Aunque él disfrutará de toda una panadería, ya que su madre cuenta con una fortuna de más de 40 millones de euros, según datos de ‘Celebrity Networth’, mientras que Bardem ha amasado 9 millones. Sin olvidar a sus padrinos ‘postizos’. A la corte familiar se unen nombres como Salma Hayek, John Galliano, Bono de U2, Leonardo DiCaprio, Eva Longoria...

Ahora solo queda esperar la ansiada foto o que el actor gane el Oscar o el Goya por ‘Biutiful’ para que en su discurso hable de su retoño. O no. Con ellos nunca se sabe.